Dios mío, en
ti he puesto mi confianza;
no me pongas
jamás en vergüenza.
Tú eres un Dios justo;
¡Rescátanos
(Nombre de su familia) y ponnos a salvo!
¡Préstanos
atención y ayúdanos!
¡Protégenos
como una roca donde siempre podamos refugiarnos!
Da la orden, Mi
Dios Santo y quedaremos (Nombres de su Familia) a salvo,
Pues tú eres
esa roca; Nuestra Roca ¡tú eres nuestra fortaleza!
Dios mío, tú eres nuestra esperanza; no
permitas que ningún miembro de mi familia caiga en poder de gente malvada y
violenta.
Desde que era
joven puse mi confianza en ti; desde antes de nacer ya dependía de ti.
¡Fuiste tú
quien me hizo nacer!
¡Por eso te alabaré
siempre! Bendito eres Señor.
Muchos se
asombran al verme, pero tú eres para mí y mi familia un refugio seguro.
A todas horas
te alabo; todo el día anuncio tu grandeza.
No nos desprecies cuando lleguemos a viejo; no nos abandones cuando ya no tengamos
fuerzas.
Mis enemigos calumnian sobre mi familia; nos
persiguen y piensan hacernos daño.
Hasta ordenan a su gente que nos acosen y nos atrapen.
Creen que nos
has abandonado, y que nadie podrá salvarnos.
Dios mío, ¡no nos dejes solo!
¡Ven pronto en
nuestra ayuda!
Pon en
vergüenza a los que nos acusan; ¡pon en completo ridículo a los que buscan
nuestro mal, y acaba con ellos! En el Nombre Glorioso de Jesús.
Yo, por mi
parte, siempre confiaré en ti y te alabaré más todavía.
Aunque no
alcanzo a entenderlo, a todas horas diré que eres un Dios que salva con grandes
actos de justicia.
Dios mío, ahora voy a recordar tus hechos
poderosos, y hablaré de la justicia que sólo tú puedes hacer. Bendito sean tus
caminos y Obras por siempre Señor!.
Desde que yo
era joven tú has sido mi maestro, y hasta ahora sigo hablando de las maravillas
que has hecho.
Dios mío, aunque
este lleno de canas, no me abandones; todavía quiero decirles a los que aún no
han nacido que tú eres un Dios poderoso.
Eres
incomparable, pues has hecho grandes cosas, por mi y por mi familia; tu
justicia llega hasta el cielo.
Tú nos hicisteis
pasar por muchos aprietos y problemas, pero volviste a darnos vida: ¡de lo profundo de la tumba,
en donde estaba nuestro matrimonio Volviste a levantarnos!
Me darás mayor poder, y volverás a consolarme.
Santo Dios de
Israel, tú eres un Dios fiel.
Por eso te
cantaré himnos junto a toda mi familia, con
música de arpas y de otros instrumentos de cuerda.
Te cantaré himnos y gritaré de alegría porque
nos salvaste la vida, nos libraste del pecado, restauraste nuestras vidas y
volviste a reunirnos como una familia que sirve Tu Reino.
Todo el día
hablaré de tu poder para salvar, pues los que buscaban hacernos daño quedaron
avergonzados por completo en el nombre de Cristo Jesús y para Tu Gloria Eterna.
Bendito eres por siempre Señor!!!
Gloria al
Padre, al hijo y al Espíritu Santo Como era en un principio ahora siempre por
los siglos de los siglos Amen.
Ave María purísima
…(3)
Amen Amen Amen
Con Amor
M.S (Ministerio Mujer Tu Fe Te Ha Sanado)
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