Thursday, June 25, 2020

¿no sé qué hacer con tanta burla?

Usted me comparte: ¿no sé qué hacer con tanta burla? Siento que pierdo mi fuerza y mi esperanza, dudo si Dios de verdad me llamó a ser testimonio de restauración.

 ¡¡¡Hermana en Cristo!!!

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre usted. 

Viene a mi mente mientras leo su queja está palabra de Jeremías:

En aquel tiempo, dijo Jeremías: Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: Denunciemos a Jeremías, denunciemos al profeta del terror. Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo: Si se tropieza y se cae, lo venceremos.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su deshonra será eterna e inolvidable. Señor de los ejércitos, que pones a Prueba al justo y conoces lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu
venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados.
(Jeremías 20, 9-13).

 

En realidad, el Señor no llama a Jeremías para invitarlo a ejercer la misión profética; le informa, más bien, que él le había dado la vida con la finalidad de hacer de él un profeta. (Jeremías 1, 5).

 Dios a usted no la invito a ejercer la misión profética, Dios le dio vida con la finalidad de ser un profeta. Somos una raza elegida (1 Pedro 2, 9).

 El mensaje de Jeremías era un mensaje profético, al final él anuncia la restauración de la nación que estaba dividida, y proclama hasta un descendiente de David que gobernará al pueblo de Dios con sabiduría y justicia. Como puede ver Jeremías como profeta, también sintió el deseo de abandonar su ministerio.


El cristiano no debe perder la esperanza, pensando que ha sido abandonado. Jesús nos motiva diciendo: Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. (Mateo 10, 30).

Como diciéndonos que ninguno de los sufrimientos de nosotros, ni siquiera los más pequeños y escondidos, son invisibles ante los ojos de Dios. Dios nos mira, y nos protege; y siempre nos dará su protección.

Cuando Dios nos envía él nos equipa y el no abandona a sus hijos en el campo de batalla. No es bíblico. Lo que sucede es que como Jeremías podemos escuchar las burlas, los comentarios y sentir tristeza. El cuchicheo es la forma más sutil que usa el enemigo para atacar. La injusticia produce dolor y tenemos la tendencia dé defendernos, y no hay nada malo con defendernos, pero muchas veces debemos de tener discernimiento. 

 

Pero, usted tiene que reflexionar y ver todo lo que Dios está haciendo a su alrededor. La familia es la que más usa el diablo para burlarse, él es el padre de toda mentira (Juan 8, 44).

 Su suegra está siendo parte de todo este plan del enemigo, es exacto cómo dice su esposo:  ella no conoce su Iglesia, ella vive de migajas. Hay un momento en nuestra vida qué después que se ha dado el mensaje sano y se han visto los frutos muchos siguen con su necedad, entonces es tiempo guardar silencio. No los vuelva a invitar, ni tratar de darle enseñanza que ellos no entienden. El mejor regalo es oración por sus almas. Ya usted profetizó bajo la guía del Espíritu Santo, si ellos no aceptaron el mensaje que Dios les transmitió a través de ustedes, no se preocupe la palabra de Dios jamás cae al vacío. (Isaías 55, 11).

 Conclusión: Mi consejo es que usted se aparte y siga con la misión que Dios les ha dado. Si, Dios restauró su matrimonio y sacó a su esposo de todo ese mundo de vicio y de adulterios, ya usted no puede retroceder por comentarios y mentiras de personas que, aunque sean de la familia, no están de acuerdo con Dios. Una cosa es conocer a Dios, otra cosa es obedecer a Dios y vivir bajo sus mandamientos y santidad. El enemigo la está atacando, porque sabe que usted es una mujer con autoridad levantada con la Espada en la mano. (Marcos 16. 17-18).

 

María Sosa (Ministerio Mujer levántate).


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