Hola, hermana en Cristo!
Que la gracia divina de
Dios le ayude entender todo entendimiento contrario, y pueda
comprender que es lo que se ha levantado contra usted y su matrimonio.
Usted
me comparte: Me siento el juguete de mi esposo.
La invito a que medite la definición
de la palabra juguete.
Juguete: Objeto con el que
se entretienen y juegan los niños: Cosa que, teniendo la apariencia de la
verdad, se utiliza para entretenimiento de los niños: casa, tren, auto, muñeca,
soldado, etc...etc.
Cuando no conocemos la
forma sucia de trabajar del diablo, el diablo nos hace pensar exactamente lo
que usted me comparte, sentirse un juguete de su esposo. Porque? Son refranes
que el diablo ha infiltrado en el mundo y sin darnos cuenta activamos en nuestro interior este
sentimiento equivocado y nos hace sentir de esa forma como un maniquí, o muñeca
de trapo. Pero está muy lejos de la Verdad, por lo cual no debemos aceptar ni acobijar
esta mentira.
Hay refranes que vienen de
una cultura pagana, y no nos damos cuenta su significado, hasta que alguien con sabiduría
de lo alto nos revela. Y este es uno de ellos. Jamás la esposa será un juguete
del esposo, porque ella no es un entretenimiento, ella es un ser creado por
Dios, y dado por El, a su esposo, para formar una familia (Proverbios 18, 22).
No puede ser usted un
juguete de su esposo porque no es un objeto, es un ser con vida. Los juguetes no
tienen vida, son para entretenimiento. Usted tiene vida por lo tanto es
imposible ser un juguete.
Ahora la otra mujer (la
amante), si es un juguete del diablo, que esta entreteniendo al hombre para
robarle su alma a través de ella. Y usted me puede decir pero ella tiene vida
es un ser humano, muy cierto, pero ha escogido el pecado con un hombre casado,
y eso provoca muerte interior, y al estar muerto el diablo nos manipula. Usted
no escogió formar una familia con un hombre casado, usted se caso con un hombre
soltero, ustedes formaron un hogar. El
pecado le roba la vida al hombre y a la mujer que se dejan seducir por el
pecado de adulterio.
Por lo tanto, la esposa jamás
podrá ser juguete del esposo, ella no es juguete de pecado ella tiene un pacto
firmado con su esposo delante de Dios. Lo que usted siente es frustración
porque, su esposo viene hoy y le dice una cosa, y mañana otra, y no cumple. Un día
es un hombre amoroso, el otro día un desconocido.
Estos hombres vuelven hombres de doble ánimo
por el pecado que están cometiendo, esto es lo que el mundo llama doble vida.
El hombre siempre quiere esconder el pecado y eso tiene una explicación, es
porque sabe en su conciencia que es contra Dios y que daña a su familia.
Ese doble ánimo son las
consecuencias del pecado que él está siendo llevado. El hombre en el fondo de
su corazón ama a su familia, pero no ama su cuerpo (Efesio 5, 28). Y cuando el
hombre no ha aprendido a amar a su cuerpo él es infiel a su propio cuerpo, y
eso implica que no tiene control sobre él, en otras palabras es gobernado por
el pecado. Es por eso que el diablo a sembrado en la boca del hombre: la amo
porque es la madre de mis hijos, pero cuando ustedes se casaron, no había
hijos, esto indica que se casaron porque había amor. Queda al descubierto otra
mentira del padre de toda mentira (Juan 8, 44)-(Juan 10, 10).
Y esto no es algo nuevo
desde el A.T. podemos ver la desobediencia del hombre contra su cuerpo y siéndole
infiel a Dios. Podemos ver, como Dios le dio dominio propio al hombre de
escoger entre el bien y el mal, y el hombre se deja manejar por el pecado...qué
esto? desobediencia a Dios. Qué pasa? cuando se desobedece a Dios el cuerpo
sufre, porque el cuerpo no fue creado por Dios para cargar pecado(aunque somos
pecadores). Dios nos llama a santidad, y
la santidad comienza honrando nuestro propio cuerpo, que es templo del Espíritu
de Dios, desde la punta de nuestra cabeza, hasta la planta de nuestros pies (1
Corintios 3, 16).
Entonces cuando un esposo está
siendo desobediente a Dios, daña a la esposa... y lo mismo se aplica a la
esposa, la esposa que se niega a someterse al esposo, daña al esposo.
La invito a que renuncie a esa idea que no
viene de Dios, la esposa jamás será juguete de su esposo.
Que la sabiduría de Dios
limpie hoy sus pensamientos y usted pueda ver el amor de esposos como lo mira
Dios, como algo maravilloso lleno de una fragancia amorosa y un vino añejado como
fue y seguirá siendo en las bodas de Cana.
María Sosa. (Ministerio Mujer Levántate)
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