Wednesday, May 13, 2015

Se necesitan dos para restaurar un matrimonio.



No saben la cantidad de veces que he tenido que lidiar con esta respuesta, amigos, familiar, psicólogos y hasta sacerdotes me han dicho: “Se necesitan dos para la restauración de un matrimonio”. 


Estas palabras llegaron a desanimarme, a tirarme en depresión, a sacarme por algún tiempo de mi oración por los matrimonios inclusive. Hasta que un día decidí preguntarle al Señor, aunque ya lo había hecho, la verdad las voces del enemigo eran más fuertes que la de Dios, por eso se instalo la duda en mi corazón.


Dios me dijo: Cuando llegaba la peste, escases, guerra y tragedia en los pueblos, me bastaba uno que creyera en mí y me amara para que en oración me pidiera cambiar la situación. Cuando uno de los esposo entra en rebeldía me basta con que el amor como vinculo perfecto me conmueva y comience yo a cambiar los corazones. Cuando cree el matrimonio hice un vinculo insoluble de dos junto a mí su creador, entonces la relación matrimonial no es de dos sino de tres, así es que si se necesitan dos entonces estamos tu y yo para alcanzar ese corazón, hombre/mujer que es mi hijo que lo amo como te amo a ti. Amen


Creo que muchas veces no son malas las intensiones de algunos, aunque debemos tener presente que el diablo usa a personas para sacarnos del camino en el cual Dios nos quiere. Es literalmente lógico que se necesiten de dos para restablecer una relación, pero no podemos olvidar que todo proceso de restauración debe ser acompañado de una conversión. Dios es quien toca los corazones, nosotros y las circunstancias solo son algunas estrategias que Dios usara para quitar esa venda de los ojos a un prodigo, o hacerle un llamado directo a su corazón. La primera finalidad para que esta alma también sea salvada y en segundo para Glorificarse devolviendo todo aquello que el pecado ha robado. Simplemente el amor de Dios es así, aunque tengamos que pasar por sufrimiento El quiere lo mejor para nosotros, nunca nos dejara llevar cargas más pesadas de las que podamos cargar y siempre estará dándonos consuelo y fuerzas para salir de cualquier tormenta.


Entonces, cuando ya ese esposo(a) sea tocado por Dios y encaminado a su presencia, las afirmaciones de que se necesitan dos para restaurar una relación, cobra importancia, pues se dará un proceso de perdón, sanación, enamoramiento, de cambio etc..y aunque vengan las pruebas de igual manera, las reacciones, decisiones serán tomadas desde la luz de la palabra de Dios, entonces comprendemos como la unión matrimonial es una relación de tres y no de dos.


1 Corintios 7,16 ¿Cómo sabes tú, mujer, si acaso salvarás a tu esposo? ¿O cómo sabes tú, hombre, si acaso salvarás a tu esposa?


Con Amor y Oraciones

M.S

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