Wednesday, June 27, 2012

Restauración (Cuarta Parte)


Roles del Esposo-Padre de una Familia:


El esposo debe: Servir como cabeza de la familia.


Hay un orden dado por Dios para la  familia. Esta jerarquía no significa superioridad sino orden de procedencia. La Escritura dice que la mujer procede del varón ya que fue creada de una costilla de éste; esta procedencia pone en primer lugar de autoridad al hombre y luego a la mujer en la familia. Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.(1 Corintios 11,3). Y la mujer refleja la gloria del hombre. Pues el primer hombre no provino de ninguna mujer, sino que la primera mujer provino de un hombre. Y el hombre no fue hecho para la mujer, sino que la mujer fue hecha para el hombre. (1 Corintios 11 7-9)


Hay una comparación entre el matrimonio y la relación de Cristo con la Iglesia. Así como el Señor es Cabeza o autoridad sobre Su Cuerpo, la Iglesia; el hombre es cabeza de su mujer. El ser “cabeza” da al varón derechos pero también deberes. Porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. (Efesios 5,23)


Finalmente, el varón como la esposa y los hijos, toda la familia, están para servirse unos a otros con amor y respeto, y para servir a Dios: Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados ? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto al mandato , nosotros serviremos al Señor. (Josué 24,15)


 El esposo es quien debe Proveer dirección espiritual para su familia.


Dirección para su familia es deber de un padre. La segunda gran tarea del padre de familia es indicar el camino justo y verdadero indicado por Dios: Yo lo escogí a fin de que él ordene a sus hijos y a sus familias que se mantengan en el camino del Señor haciendo lo que es correcto y justo. Entonces yo haré por Abraham (esposo) todo lo que he prometido (Génesis 18:19)


En el sentido espiritual, el padre de familia es el sacerdote que estimula, propicia y dirige el camino a Dios en medio de la familia. Para ellos el hombre siempre debe estar instruido y guiado por Dios para cumplir este rol en la familia.


Bendecir a sus generaciones.


En hebreo bendecir es “berak”. La palabra "bendición” significa literalmente: hablar (dictio) bien (bene), (benedictus) es decir, hablar bien de alguien o de algo. También puede interpretarse como “buen deseo”. Todos necesitamos escuchar cosas buenas de nosotros. Necesitamos apoyarnos, afirmarnos los unos a los otros. Es más que una palabra de alabanza o apreciación, más que resaltar los talentos y las obras buenas de alguien. Al dar una bendición se crea la realidad de la cuál se habla, por el poder de las palabras. Las bendiciones tienen que estar fundadas especialmente en la Palabra de Dios. Todo padre debe bendecir a sus hijos y familia.


El Sacerdote del hogar debe Orar por su familia.


Oración por su familia es deber de un padre. Es deber de todo padre ejercer como sacerdote ante Dios por su familia, hijos y esposa. La oración por los suyos es una obligación espiritual de todo padre cristiano. Dirección, bendición y oración por su familia son deberes del padre.


Todo Padre de Familia debe guiar bien su propia familia.


Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos lo respeten y lo obedezcan.  Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? (1 Timoteo 3 4-5)


Amar, comprender y honrar a su esposa. Ser fiel a su esposa.


Para los esposos, esto significa: amen cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable.  De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo.  Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia. Y nosotros somos miembros de su cuerpo. (Efesios 5 25-30)


De acuerdo a la Palabra de Dios, el esposo debe guardar las siguientes conductas hacia su esposa:


1)Amar a su mujer hasta dar la vida por ella. Dar la vida implica negarse a los propios gustos para satisfacer al otro. Una conducta de este tipo permite el matrimonio para toda la vida, porque hay comprensión y aceptación de la manera de ser del cónyuge.


2) Está dispuesto a morir por ella. Morir no es únicamente entregar la vida en martirio por el otro, este sería un caso extremo. Morir es negarse a sí mismo.


3) Amar a su esposa como se ama a si mismo. Otra indicación del amor de los esposos es el entregar los mismos sentimientos que se esperan para la propia persona. Ponerse en el lugar del otro es clave para entregar un auténtico amor. Estar dispuestos a ayudar y recibir ayuda.


4) Sustentar o proveer a su mujer en el aspecto físico (Material), psicológico y espiritual.


5) Cuidar a su esposa de cualquier tipo de agresión.


6) No debe ser áspero ni grosero con ella. Ya se sabe que el verdadero amor es así. Un esposo de mal trato verbal hacia su esposa es un hombre sin el amor de Cristo en su corazón. Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza. (Colosenses 3,19)


7) Actúar con sabiduría en su trato como esposo, dueño de casa y compañero de ella. La sabiduría, más que al conocimiento, se refiere aquí a la conducta prudente y respetuosa que debe guardar todo esposo con su compañera de vida.


8) Dar honor a su mujer como a vaso más frágil. De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones. (1 Pedro 3,7)


9) Considerarla una compañera en el camino de la fe, coheredera de la gracia de Dios. Tanto el hombre como la mujer tienen ante Dios la misma dignidad, ambos son herederos de Jesucristo.


10) Orar con su esposa y por su esposa. Compartir la oración, que es la más íntima relación que un cristiano tiene con el Padre Celestial, produce un nivel de acercamiento mutuo muy profundo entre los esposos. Además se produce la unidad espiritual que el Espíritu Santo espera de la pareja, para poder construir juntos y en un mismo espíritu la obra del Señor.


11) Ser fiel a su mujer de obra y pensamiento. La esposa confía en su marido, en cierto modo tiene su fe puesta en su persona y no merece ser defraudada en esa confianza. Como guardamos nuestro corazón sólo para el Señor, debemos hacerlo también para con nuestra esposa. Por esta razón un anciano debe ser un hombre que lleve una vida intachable. Debe serle fiel a su esposa. Debe tener control propio, vivir sabiamente y tener una buena reputación. Con agrado debe recibir visitas y huéspedes en su casa y también debe tener la capacidad de enseñar. (1 Timoteo 3,2)


Ofrecer siempre instrucción espiritual a los hijos.

a) Repetir la enseñanza bíblica a nuestros hijos.
b) Hablarles acerca de Jesús y su Evangelio.
c) Hablar en todo momento a los hijos sobre la Palabra de Dios.
d) Enseñar a hacer lo correcto ante Dios.
e) Enseñarles a relacionar cada circunstancia de la vida con la fe cristiana.
f) Instarlos a comunicarse con Dios por medio de la oración.
g) Contar a los hijos los testimonios del Señor en su vida.
8. Mostrar cuidado y compasión de los hijos. El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. (Salmo 103,13)


Disciplinar a los hijos.


Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos (Proverbios 13,24)


 Enseñar la disciplina y la obediencia a Dios por medio de la obediencia a los padres. Corregir por medio de la exhortación y el castigo a los hijos cuando ellos desobedecen o actúan incorrectamente.


No airar ni desesperar a los hijos.


Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.  (Efesios 6,4)


Dar un buen ejemplo de lo correcto a nuestros hijos. Ser justo en la disciplina, sin airarse ni ofenderlos, o simplemente llegar al maltrato. No poner excesivas exigencias a los niños.


. Mantener a los hijos en control.


 Ser capaz de gobernar a los hijos ejerciendo autoridad sobre ellos. Enseñarles a respetar la autoridad de Dios delegada a los padres. Formarlos como hijos creyentes, que respetan a Dios, Su Palabra y Su Iglesia. Hacer de los hijos personas obedientes y respetuosas.


 Proveer para las necesidades de la familia.


El padre debe proveer para las necesidades de la familia. Hay tres tipos de necesidades: 1. Materiales (pan, techo, abrigo y salud); 2. Psicológicas o del alma (seguridad, educación, consejo); y 3. Espirituales (fe por el oír de la Palabra de Dios; paz por la confesión de pecados y el perdón; amor por el Espíritu Santo en la oración; y esperanza por la continua tutoría y consejo paternal).


Con Amor

M.S ( Ministerio Mujer Tu Fe Te Ha Sanado)

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