Roles del Esposo-Padre de una Familia:
El esposo debe: Servir como cabeza de la familia.
Hay un orden dado por Dios para la familia. Esta jerarquía no significa superioridad sino orden de procedencia. La
Escritura dice que la mujer procede del varón ya que fue creada de una costilla
de éste; esta procedencia pone en primer lugar de autoridad al hombre y luego a
la mujer en la familia. Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo
hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es
Dios.(1 Corintios 11,3). Y la mujer refleja la gloria del hombre. Pues el
primer hombre no provino de ninguna mujer, sino que la primera mujer provino de
un hombre. Y el hombre no fue hecho para la mujer, sino que la mujer fue hecha
para el hombre. (1 Corintios 11 7-9)
Hay una comparación entre el matrimonio y la relación
de Cristo con la Iglesia. Así como el Señor es Cabeza o autoridad sobre Su
Cuerpo, la Iglesia; el hombre es cabeza de su mujer. El ser “cabeza” da al
varón derechos pero también deberes. Porque el marido es la cabeza de su esposa
como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la
iglesia. (Efesios 5,23)
Finalmente, el varón como la esposa y los hijos, toda
la familia, están para servirse unos a otros con amor y respeto, y para servir
a Dios: Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás.
¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados ? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora
vives? Pero en cuanto al mandato , nosotros serviremos al Señor. (Josué
24,15)
El esposo es quien debe Proveer dirección
espiritual para su familia.
Dirección para su familia es deber de un padre. La
segunda gran tarea del padre de familia es indicar el camino justo y verdadero
indicado por Dios: Yo lo escogí a
fin de que él ordene a sus hijos y a sus familias que se mantengan en el camino
del Señor haciendo lo que es correcto y justo.
Entonces yo haré por Abraham (esposo) todo lo que he prometido (Génesis
18:19)
En el sentido espiritual, el padre de familia es el
sacerdote que estimula, propicia y dirige el camino a Dios en medio de la
familia. Para ellos el hombre siempre debe estar instruido y guiado por Dios
para cumplir este rol en la familia.
Bendecir a
sus generaciones.
En hebreo bendecir es “berak”. La palabra
"bendición” significa literalmente: hablar (dictio) bien (bene),
(benedictus) es decir, hablar bien de alguien o de algo. También puede
interpretarse como “buen deseo”. Todos necesitamos escuchar cosas buenas de
nosotros. Necesitamos apoyarnos, afirmarnos los unos a los otros. Es más que
una palabra de alabanza o apreciación, más que resaltar los talentos y las
obras buenas de alguien. Al dar una bendición se crea la realidad de la cuál se
habla, por el poder de las palabras. Las bendiciones tienen que estar fundadas
especialmente en la Palabra de Dios. Todo padre debe bendecir a sus hijos y
familia.
El
Sacerdote del hogar debe Orar por su familia.
Oración por su familia es deber de un padre. Es deber
de todo padre ejercer como sacerdote ante Dios por su familia, hijos y esposa.
La oración por los suyos es una obligación espiritual de todo padre cristiano.
Dirección, bendición y oración por su familia son deberes del padre.
Todo Padre
de Familia debe guiar bien su propia familia.
Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos
lo respeten y lo obedezcan. Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su
propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? (1 Timoteo 3 4-5)
Amar,
comprender y honrar a su esposa. Ser fiel a su esposa.
Para los esposos, esto significa: amen cada uno a su
esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de
hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de
Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin
mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e
intachable. De la misma manera, el
marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que
ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo
alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia. Y nosotros somos
miembros de su cuerpo. (Efesios 5 25-30)
De acuerdo a la Palabra de Dios, el esposo debe
guardar las siguientes conductas hacia su esposa:
1)Amar a su mujer hasta dar la vida por ella. Dar la
vida implica negarse a los propios gustos para satisfacer al otro. Una conducta
de este tipo permite el matrimonio para toda la vida, porque hay comprensión y
aceptación de la manera de ser del cónyuge.
2) Está dispuesto a morir por ella. Morir no es
únicamente entregar la vida en martirio por el otro, este sería un caso
extremo. Morir es negarse a sí mismo.
3) Amar a su esposa como se ama a si mismo. Otra
indicación del amor de los esposos es el entregar los mismos sentimientos que
se esperan para la propia persona. Ponerse en el lugar del otro es clave para
entregar un auténtico amor. Estar dispuestos a ayudar y recibir ayuda.
4) Sustentar o proveer a su mujer en el aspecto
físico (Material), psicológico y espiritual.
5) Cuidar a su esposa de cualquier tipo de agresión.
6) No debe ser áspero ni grosero con ella. Ya se sabe
que el verdadero amor es así. Un esposo de mal trato verbal hacia su esposa es
un hombre sin el amor de Cristo en su corazón. Maridos, ame cada uno a su
esposa y nunca la trate con aspereza. (Colosenses 3,19)
7) Actúar con sabiduría en su trato como esposo, dueño
de casa y compañero de ella. La sabiduría, más que al conocimiento, se refiere
aquí a la conducta prudente y respetuosa que debe guardar todo esposo con su
compañera de vida.
8) Dar honor a su mujer como a vaso más frágil. De la
misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva
con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero
participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala
como es debido, para que nada estorbe tus oraciones. (1 Pedro 3,7)
9) Considerarla una compañera en el camino de la fe,
coheredera de la gracia de Dios. Tanto el hombre como la mujer tienen ante Dios
la misma dignidad, ambos son herederos de Jesucristo.
10) Orar con su esposa y por su esposa. Compartir la oración, que es la
más íntima relación que un cristiano tiene con el Padre Celestial, produce un
nivel de acercamiento mutuo muy profundo entre los esposos. Además se produce
la unidad espiritual que el Espíritu Santo espera de la pareja, para poder
construir juntos y en un mismo espíritu la obra del Señor.
11) Ser fiel a su mujer de obra y pensamiento. La
esposa confía en su marido, en cierto modo tiene su fe puesta en su persona y
no merece ser defraudada en esa confianza. Como guardamos nuestro corazón sólo
para el Señor, debemos hacerlo también para con nuestra esposa. Por esta razón
un anciano debe ser un hombre que lleve una vida intachable. Debe serle fiel a
su esposa. Debe tener control propio, vivir sabiamente y tener una buena
reputación. Con agrado debe recibir visitas y huéspedes en su casa y también
debe tener la capacidad de enseñar. (1 Timoteo 3,2)
Ofrecer siempre
instrucción espiritual a los hijos.
a) Repetir la enseñanza bíblica a nuestros hijos.
b) Hablarles acerca de Jesús y su Evangelio.
c) Hablar en todo momento a los hijos sobre la Palabra
de Dios.
d) Enseñar a hacer lo correcto ante Dios.
e) Enseñarles a relacionar cada circunstancia de la
vida con la fe cristiana.
f) Instarlos a comunicarse con Dios por medio de la
oración.
g) Contar a los hijos los testimonios del Señor en su
vida.
8. Mostrar cuidado y compasión de los hijos. El Señor
es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. (Salmo
103,13)
Disciplinar
a los hijos.
Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus
hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para
disciplinarlos (Proverbios 13,24)
Enseñar la
disciplina y la obediencia a Dios por medio de la obediencia a los padres.
Corregir por medio de la exhortación y el castigo a los hijos cuando ellos
desobedecen o actúan incorrectamente.
No airar ni
desesperar a los hijos.
Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en
que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene
del Señor. (Efesios 6,4)
Dar un buen ejemplo de lo correcto a nuestros hijos. Ser
justo en la disciplina, sin airarse ni ofenderlos, o simplemente llegar al maltrato. No poner excesivas
exigencias a los niños.
. Mantener a
los hijos en control.
Ser capaz de
gobernar a los hijos ejerciendo autoridad sobre ellos. Enseñarles a respetar la
autoridad de Dios delegada a los padres. Formarlos como hijos creyentes, que
respetan a Dios, Su Palabra y Su Iglesia. Hacer de los hijos personas
obedientes y respetuosas.
Proveer para las necesidades de la familia.
El padre debe proveer para las necesidades de la
familia. Hay tres tipos de necesidades: 1. Materiales (pan, techo, abrigo y
salud); 2. Psicológicas o del alma (seguridad, educación, consejo); y 3.
Espirituales (fe por el oír de la Palabra de Dios; paz por la confesión de
pecados y el perdón; amor por el Espíritu Santo en la oración; y esperanza por
la continua tutoría y consejo paternal).
Con Amor
M.S ( Ministerio Mujer Tu Fe Te Ha Sanado)
M.S ( Ministerio Mujer Tu Fe Te Ha Sanado)
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