Friday, July 26, 2013

Luchar?

Buenas días, hna. En Cristo!!!

 Que la gracia de Dios sea con usted y con toda su familia.

Hna. En Cristo la invito a que medite en la palabra: LUCHAR

La definición de la palabra luchar es: Pelear, combatir, batallar.

 Si, nosotras no luchamos para defender nuestro hogar familia junto a Dios, quien lo va hacer?

 Dios nos dice en Isaías 40, 31...que en los que El confían recuperan fuerzas, y le crecen alas como las águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.

 Mire que interesante le crecen alas...necesitamos esas alas para volar alto y dejar la tormenta que pase mientras la vemos desde las Alturas como el águila. Como puedo ver algo desde las Alturas? cuando confío en Dios...que se, que se, que se, que Dios va resucitar todo lo que esta muerto en mi vida. TODO.

 Por que se que debajo de los pies de Dios están todo mis enemigos. No importa cuantos se levanten contra mi, Dios los detendrá y me hará justicia.

 No conozco su testimonio de lucha, pero estoy segura, que este es un ataque directo del enemigo contra usted...y necesita levantarse como una Débora, Yael, como una Judit, y volverse una imitadora de estas mujeres valientes.

 El Salmo 30, 12...Tu has cambiado mi duelo en una danza, me quitaste el luto y me ceñiste de alegría.

 Y hoy le digo como me dijo un día el Señor, cuando estaba dentro de mi tormenta. Por que lloras al que ya resucite? Dios ha enviado a su ángel a quitar esa piedra del Corazón de su esposo y aunque usted no lo vea aunque la rebeldía del hombre se oponga, el final de la historia usted vera ese Corazón de piedra doblar rodilla ante Dios.

Y por ultimo le quiero aclarar algo para que vea como nos engaña el diablo...su esposo jamás podrá amar ni ser feliz con otra mujer JAMAS. Porque Dios es su palabra nos explica que el hombre es cabeza de su hogar como Cristo es cabeza de la Iglesia.

Y un día Dios le pedirá cuenta...no sobre la otra mujer, sino sobre la esposa. La invito a que lea medite...como espera Dios, que el hombre cuide a su esposa.

 Efesios 5, 23-33...Porque el esposo es cabeza de la esposa, como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo; y él es también su Salvador. Pero así como la Iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar en todo sujetas a sus esposos. Esposos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella.  Esto lo hizo para santificarla, purificándola con el baño del agua acompañado de la palabra  para presentársela a sí mismo como una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa y perfecta.  De la misma manera deben los esposos amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Porque nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la Iglesia,  porque ella es su cuerpo.

Su esposo esta actuando y hablando a través de la boca del demonio asmodeo, que todo lo que busca es martirizar a la esposa y las lleva a vestirlas de luto haciéndole creer que esa relación esposal ya murió. Tengo nuevas noticias para usted estas son mentiras del diablo, padre de toda mentira (Juan 8,44).

 La bendigo a la distancia con la bendición del nuestro Padre Dios. Lo que el unió no hay hombre que lo pueda separar.


María Sosa ( Ministerio Mujer Levántate)

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