Entonces Salomón declaró: Señor, tú has dicho que habitarías en la oscuridad de una nube…(1 Reyes 8,12).
Hace un par de días tuve un sueño, diría yo una pesadilla,
al levantarme le pregunté al Señor, ¿qué va con esto?
En mi sueño me
encontraba en un auto junto a tres personas, el conductor y una pareja, hombre
y mujer, que estaban enfermos, lisiados y hasta era dificultoso poder
mantenerlos correctamente sentados. Mi papel en ese momento era asistir,
ayudar y acompañar a estas personas en un traslado a un lugar. Camino a
este lugar, donde recibirían asistencia, fuimos emboscados por otro auto,
entonces se bajaron hombres vestidos de negro, y estos comenzaron a
dispararnos. Yo logré escapar y esconderme en un sitio, pero en dado momento no
encontré salida para seguir huyendo. Desperté totalmente asustada y muy
desgastada.
Meditando en mi sueño y preguntando a Dios sobre esto; entendí
que: Que algo parecido nos está pasando espiritualmente, hay muchas personas de
pie, queriendo ayudar a otros a ser sanados. Muchos estamos tratando de llevar
a otros a ese lugar de sanación, ese lugar que nos es más que a los pies de la
Cruz de Jesús, para que su sangre sea derramada y ocurra la sanación. El
enemigo lo sabe, y ha estado atacando con todo su arsenal para que esto no se
lleve a cabo. En mi visión, era de noche, la oscuridad representa pruebas,
justo en las pruebas en donde el enemigo más se empeña en atacar y engañar a
los hijos de Dios. Cuando hui para tratar de salvar mi vida y llegara un lugar
sin salida, entendí que no podemos en estos tiempos seguir haciendo nuestra
labor con los mismos medios, o métodos antiguos. La razón por la cual pareciera
que todo está también confuso para el pueblo de Dios es porque llegamos a ese
lugar sin salida, que para esta temporada no va a funcionar.
Esto es un llamado a quitar los ojos de las pruebas que
estamos viviendo, enfocarnos en Jesús y conectarnos con el Espíritu Santo,
pues, serán desatadas nuevas estrategias, nuevas herramienta, favores y gracias
para seguir con la obra de Dios a un nivel mas alto y nunca visto en el nombre
de la Sangre Poderosa de Nuestro Señor Jesucristo. Amen La guerra se hace
con buena estrategia; la victoria se alcanza con muchos consejeros. (Proverbios
24,6).
Por eso les dijo claramente: —Lázaro ha muerto, y por
causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que crean. Pero vamos
a verlo. (Juan 11 14-15).
Los discípulos cuando Jesús les dijo, Lázaro duerme, no entendieron
inmediatamente el mensaje. En realidad, creyeron que Lázaro estaba durmiendo,
de manera natural. Jesús pues, les aclaro, No duerme, esta muerto. Me impacta
esta reacción de nuestro Señor, declarando la muerte. Según lo conocemos, mas
adecuado seria decir, solo duerme, pero es obvio que Jesús sabia que el milagro
estaba concedido, y tenia que exponer el panorama. La muerte era algo definitivo,
pero no para El, así es que se alegra de no haber está allí, ¿para qué? Para que
todo el panorama pareciera oscuro, definitivo y determinante como la muerte. La
razón, era decirnos: En esta dura oscuridad (pruebas) pareciera que yo no
estoy, me alegra que así lo piensen, me alegra que resistan pues el milagro mas
grande que verán será para que TODOS CREAN.
Gracias Padre porque estas disipando toda confusión, gracias
por desatar nuevas estrategias, por enviar tu sabiduría a tus Santos y Fieles.
Gracias Padre porque tuyos son los planes, tuya es la batalla, tuyo es el
control, y porque estas ordenado todo para tu Gran Victoria. Bendito eres por
siempre. Amen
Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni
fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la
luz de tu rostro, porque tú los amabas. (Salmos 44,3).
Saludos y Bendiciones.
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