Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo: —¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos? (Mateo 9,4).
En la psicología existe
un llamado triángulo del yo, es algo que puede explicarse más o menos de esta
manera: lo que pensamos, luego lo que siente y finalmente lo que se ejecuta (actúa).
Bíblicamente esto es prácticamente de la misma manera. En Job 20,2 esta
escrito: Mis turbados pensamientos me hacen replicar, pues me hallo muy
desconcertado; entendiéndose que sus pensamientos, le hacen hablar,
replicar, actuar y por esta razón se encuentra desconcertado, abrumado, perdido
(sentimiento).
Es por eso por lo que el primer campo de batalla del enemigo
son nuestros pensamientos. El enemigo no necesitara mayores acciones o trampas
para hacernos caer, golpear o engañar, si identifica que no tenemos dominio de
nuestros pensamientos. Para que vamos a negar, mantener una disciplina en
cuanto a lo que pensamos no será tarea fácil, pero tampoco imposible. Lo
lograremos primeramente identificando la importante de nuestros pensamientos,
la constancia en el cambio de estos y la disciplina de cambiarlos, y finalmente
ejercitando estos cambios nuestros actuar.
En el pasaje bíblico de Lucas 11, Jesús estaba liberando a
un hombre de demonios que lo hacían permanecer mudo. Algunos de los presentes
comenzaron a criticar la obra de Jesús, diciendo que lo hacia en nombre de otro
demonio, otros querían que esto fuera probado. Entonces, dice la escritura en
el versículo 17, que Como él (Jesús) conocía sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y una casa dividida
contra sí misma se derrumbará. ¿Qué queremos expresar con esto?, definitivamente,
aunque Jesús pudo escuchar las murmuraciones, expresó que conocía sus
pensamientos (Para dar énfasis en el inicio de las malas obras o buenas del ser
humano), que eran malos, condenatorios, negativos, calumniadores etc... Y
explica que la división trae un derrumbe total en cualquier situación, relación,
iglesia etc. Hoy Jesús una vez mas nos dice, cuiden sus pensamientos.
Hace algún tiempo escuche a un Dr. Psiquiatra y Pastor de
una iglesia, que decía que: si todo el tiempo, aun con causas visibles, estamos
sembrando malos pensamientos en nuestras parejas, hijos, amigos …entonces no
podemos esperar que cuando debamos actuar frente ellos, nuestro comportamiento estará
lleno de amor, compasión, perdón, amabilidad. Esto es imposible. La razón es
porque si hemos cultivados pensamientos destructivos en nuestra mente sobre alguna
persona o situación, es obvio que nuestros sentimientos sean de enojo,
agresividad, defensiva, calumnia etc.…Y nada de esto es lo que Dios nos aconseja
hacer, es más que lógico que nuestro erróneo actuar traerá consecuencias
negativas en nuestra vida. Efesios 4,17(Vivan como hijos de luz) Así que les
digo esto y les insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos
como los paganos.
Ahora bien, es hora de enfocarnos a trabajar en esto que es
tan importante para nuestra salud y nuestro entorno. ¿Por dónde empezamos? Pues,
reconociendo que tenemos pensamientos negativos. Luego identifiquemos cada uno
de ellos. La clave para esto será en traer luz a esa parte oscura de nosotros. En
2 Corintios 4, 4, nos dice que: El dios de este mundo ha cegado la mente de
estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo,
el cual es la imagen de Dios. Todos aquellos pensamientos que no están acorde
con la palabra de Dios, entonces debo identificarlo y cambiarlo, combatirlo,
atacar hasta que desaparezca. Por ejemplo, si comienzo a pensar que por X situación
podría perder el trabajo, aunque la X situación sea una realidad, debemos
cambiar este pensamiento antes de que entre el miedo, pánico y depresión nos
comiencen a guiar, y como consecuencia suceda que perdamos el trabajo u otras
consecuencias de esto. Entonces pues, en vez de pensar que me quedaré sin
trabajo, pensare que Dios me ayudará, que proveerá, que me dará sabiduría,
buscaré en la palabra de Dios cuales escrituras hablan sobre la provisión de
Dios y sus promesas de ayuda. Y mi
Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria
en Cristo Jesús. Filipenses 4,19, por ejemplo.
En nuestra relaciones de pareja sucede lo mismo, dejamos
germinar pensamientos en nuestro parecer, casi inofensivos, sacamos conjeturas
solo con algunas cosas que nos permitimos pensar, nos vamos llenando de miedos,
rabia, dudas, deseos de venganza etc... y al momento que se presenta una situación,
ya estamos cargados directos para disparar. Esto jamás será la solución para
ninguna situación. No se trata de hacerse la vista gorda ante un problema, es
abordarlo con la mejor disposición y sabiduría para resolverlo. Siempre medito
en la palabra de Proverbios 16, 7 Cuando el Señor aprueba la conducta de un
hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia. Si actuó como Dios me ha
mandado y aconsejado, entonces el me reconciliara con las personas, con las
situaciones. Es decir, me ayudara y se abrirán caminos para avanzar en
cualquier circunstancia. Ahora bien, ¿qué es lo que tenemos que hacer para
actuar según Dios su consejo? TENER UNA MENTE SEMEJANTE A CRISTO. UNA MENTE
SANA. UNA MENTE EQUILIBRADA EN PENSAMIENTOS. Pues, serán nuestros pensamientos
que nos lleven a sentir, y nuestro sentir a actuar.
Dios Padre Celestial por medio de tu amado hijo Jesús te
suplicamos pases tu mano sanadora por nuestra mente y corazón. Ayúdanos a
entender la importancia de mantener viva tu palabra en nosotros. Iluminan todos
aquellos pensamientos que están destruyendo o que no nos dejan avanzar. Tu que
eres justo y fiel, danos la sabiduría para seguir tu santa y divina voluntad.
Amen
Saludos y Oraciones
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