¡Teniendo un sumo gozo en las pruebas y en tiempos difíciles!

 Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza. Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades. (Salmos 119 49-50)

En la carta de Santiago 1,2-4 está escrito que debemos: “…tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

¿Cómo podemos gozarnos en tiempos difíciles? ¿Qué hace posible guardar esa fe cuando estamos pasando pruebas duras de soportar? Son las alentadoras promesas que solamente encontramos en la Palabra de Dios las que dan ánimo y fortaleza a nuestra fe. Si creemos realmente en estos versículos bíblicos tendremos siempre fuerza en tiempos difíciles, y nuestra esperanza nunca se irá.

Además, debemos tener en claro que hay una diferencia entre las emociones que sentimos ante las dificultades, como el dolor, tristeza, cansancio, pena, vergüenza etc. Y lo que significa estar en GOZO. Aunque el gozo es una emoción de alegría intensa, este concepto según la biblia va mas allá. Gozo es aquella profunda alegría espiritual que el Espíritu Santo infunde en los corazones de quienes deciden seguir a Dios. ¿Por qué? Aunque estemos pasando por valles de sombra, el Espíritu Santo, nuestro consolador, infundirá una alegría, que no es más que: también vendrán tiempos de alegrías, esperanza, victoria, transformación etc...

Recordemos que: Jesús fue "entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios" (Hechos 2,23). Ninguna acción hecha por los romanos, los fariseos, Judas, o cualquier otra persona evitó que el plan de Dios se llevará a cabo exactamente de la manera en que él había planeado desde antes de la fundación del mundo. Efesios 1 dice que fuimos escogidos en él incluso antes de que el mundo fuera creado. Estábamos en la mente de Dios para ser salvos por la fe en Cristo. Esto significa que Dios entretejió la rebelión de Satanás, el pecado de Adán y Eva, la caída de la raza humana, y la muerte y crucifixión de Cristo, siendo estos unos acontecimientos aparentemente terribles, para salvarnos antes de que él nos creará. Aquí hay un ejemplo perfecto de Dios haciendo que todas las cosas obren para bien (Romanos 8,28). Conocer esta promesa de Dios de Romanos 8,28, nos alienta a seguir luchando, seguir orando, resistiendo, pues Dios está en control de todo, todo obrara para nuestro bien, nada es imposible para Dios, Dios es un Dios que no miente si no que cumple sus promesas.

Ilimitado en poder, sin rival en majestad, y sin que nada externo lo frustre, nuestro Dios está en completo control de todas las circunstancias, haciendo o permitiendo que éstas obren para sus propios y buenos propósitos y planes para que se cumplan exactamente como él ha pre-ordenado.

Por último, la única manera de confiar en el control soberano de Dios y descansar en él, es conociendo a Dios. Conocer sus atributos y lo que él ha hecho en el pasado, genera confianza en él. Daniel 11,32 dice, "… más el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará". Imagine esa clase de poder en manos de un dios malo e injusto. O un dios que realmente no se preocupa por nosotros. Pero podemos regocijarnos en la soberanía de nuestro Dios, porque es eclipsada por su bondad, su amor, su misericordia, su compasión, su fidelidad y su santidad.

 

1.     Dios está con nosotros

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaías 41,10).

 

2.    Dios es bueno

 Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían. (Nahum 1,7)

 

3.       Dios nos da su paz

 La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. (Juan 14,27)

 

4.       Dios nos equipa para vencer

 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (1 Timoteo 1,7)

 

5.       Dios nos escucha y actúa

 

      Pero yo clamaré a Dios, y el Señor me salvará. Mañana, tarde y noche clamo angustiado,    y   él me      escucha. Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí. (Salmos 55 16-18)

 

6.       Dios es grande y poderoso

 Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas! (Isaías 40,26)

 

                 7.- Su palabra nos da vida

                   Postrado estoy en el polvo; dame vida conforme a tu palabra. Tú me respondiste cuando te                    hablé de mis caminos. (Salmos 119, 25-26)

 

Oremos: Gracias Padre Celestial por esta renovación que hoy envías a tu pueblo, Gracias porque tu palabra nos alimenta, nos da sabiduría, nos llena de alegría y gozo en saber que tu estas en control de toda nuestra situación. Conoces nuestras necesidades, conoces nuestras peticiones, conoces lo que nos conviene, tenemos la plena seguridad que como buen Padre atenderás cada una de nuestras súplica, consolaras nuestros corazones, y hará milagros que podamos contar a nuestra siguiente generación, para alabarte y glorificarte por siempre. En el nombre de tu amado hijo Jesús nuestros Señor te pedimos por todas las necesidades del mundo entero, te suplicamos tu provisión e intervención divina en nuestras vidas. Amen

Saludos y mi Oración