Días pasados, estaba en oración, varias preguntas sobre variados temas me hacía en la presencia del Señor. Claro está que, nuestro Padre que es Soberano puede o no responderme, o simplemente instruirme ante una situación. Lo cierto es que tuve una visión: Veía yo un campo lleno de hermosos árboles, un camino plano y llano, dentro de ese camino, dos personas caminando a distancia, es decir con algunos metros de distancia. En el momento venían a mi esta palabra, a los obedientes las bendiciones LOS ALCANZAN, y algunos en desobediencia (otro ritmo) tienen que correr tras las bendiciones. Bendición, si obedecen los mandamientos que yo, el Señor su Dios, hoy les mando obedecer (Deuteronomio 11, 27) Maldición, si desobedecen los mandamientos del Señor su Dios y se apartan del camino que hoy les mandó seguir, y se van tras dioses extraños que jamás han conocido. (Deuteronomio 11 ,28).
Cuando estamos de rodillas orando por alguna persona, bien
sea esposo(a), hijo(a), amigo(a), o algún pariente, debemos hacerlo desde la primicia
que el único que puede, sabe: ¿cómo? ¿Y Cuándo? Es el Señor. Les daré un
corazón para que Me conozcan, porque Yo soy el SEÑOR; y ellos serán Mi pueblo y
Yo seré su Dios, pues volverán a Mí de todo corazón. (Jeremías 24,7)
No tenemos el poder ni la capacidad para producir ese cambio
en nosotros mismos, ni en otras personas, esto solo es a través de Jesucristo.
Así leemos en Juan 15, 4-5 leemos: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como
el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque
separados de mí nada podéis hacer”. La labor de nosotros será: dejar a Jesús
actuar en nuestras vidas, presentándonos tal cual somos y estamos, lo más
auténtico posible, recibiendo la ayuda del Espíritu Santo, colaborar con su
obra, y esforzarnos y ser valientes. De esta misma manera debe ocurrir en el corazón
de aquel por el que oramos. Nuestra fe y Confianza recae totalmente en Dios
Padre, que los amo primero, que los quiere de regreso a casa y que los acepta
tal cual son y están, además estará feliz de cambiarlos. Es decir, cada vez que
el enemigo te diga, cosas como: es muy difícil, es imposible, nada está
ocurriendo etc... Recuerda que: DIOS LOS AMO DESDE EL VIENTRE DE SU MADRE,
QUE MANDO A SU UNICO HIJO JESUS A MORIR EN LA CRUZ TAMBIÉN POR SUS ALMAS, ¡y
que jamás dejará de buscarlos…Nunca!
Muchas veces podemos ver situaciones o personas que no están
alineadas con la Voluntad de Dios, es decir, vemos como una brecha de separación,
como que el camino que ha sido trazado por Dios para cada uno estuviera en tiempos
diferentes. Creo plenamente que es de esa manera, crecemos conforme vamos conociendo
a Jesús y cuando nuestra relación con Cristo se refuerza. Muchos en
desobediencia, pasan las mismas pruebas, pues Dios permite que salga el sol
para Justo y pecadores. Pero estos no están colaborando plenamente con la obra
del Espíritu Santo en ellos, en su desesperación tratan de correr hasta las
bendiciones, pero no están ni listos ni mucho menos preparados, todo es un
proceso y este proceso solo Dios sabe cómo es para cada uno. A los que nos ha
tocado pararnos en la brecha, aceptar la ayuda y colaborar con el Espíritu Santo
se nos manda a avanzar, a seguir, a no detenernos, a no mirar atrás, si no a
seguir avanzando. Es aquí donde creo que esta el mensaje medular de la visión
que me dio el Señor, no hay que detenerse, ni mirar atrás (para chequear la posición
del otro), sino, mas bien en obediencia seguir el camino que Dios nos ha
mandado a transitar.
Me gusta mucho meditar sobre Jonás, Dios llamó a Jonás un
día para que fuera a predicar a la ciudad de Nínive donde la maldad de la gente
abundaba. A Jonás no le gustó (desobedeció) nada la idea puesto que la ciudad
de Nínive era una de las principales ciudades enemigas de Israel y él no quería
nada que ver con ellos.
Así que Jonás intentó
escapar e ir exactamente en la dirección contraria que Dios le había dicho y se
subió en una barca con destino a Tarsis. En su camino a Tarsis Dios desató una
gran tormenta y los hombres decidieron tirar a Jonás al mar porque pensaron que
él traía mala suerte. Una vez en el mar Dios hizo que un pez muy grande, o una
ballena, para que lo tragara entero y así no se hundiera. Jonás permaneció
durante tres días en el vientre de la ballena y fue durante este tiempo que Jonás
pidió perdón por su desobediencia, y comenzó a adorar a Dios. Después Dios hizo
que la ballena escupiera a Jonás en las costas de Nínive.
Jonás predicó por
toda Nínive y les advirtió que a menos que se arrepintieran delante de Dios la
ciudad sería destruida en 40 días. La gente creyó a Jonás y se arrepintieron
ante Dios quien tuvo misericordia por ellos. Por su parte Jonás terminó algo
resentido puesto que el pueblo de Nínive que era enemigo de Israel no fue
destruido. Descansando en el desierto, Dios proveyó una planta de viñedo para
que Jonás tuviera sombra durante su descanso y al día siguiente mandó Dios
larvas para que comieran la planta ya que Jonás seguía quejándose. Dios habló
con Jonás para reprimirlo y para decirle enseñarle como Jonás estaba enojado
por una sola planta mientras que Dios veía por la vida de 120,000 personas que
habitaban en Nínive. Bendición a causa del arrepentimiento: Cuando
recibas todas estas bendiciones o sufras estas maldiciones de las que te he
hablado, y las recuerdes en cualquier nación por donde el Señor tu Dios te haya
dispersado; y cuando tú y tus hijos se vuelvan al Señor tu Dios y le obedezcan
con todo el corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el
Señor tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti. ¡Volverá a
reunirte de todas las naciones por donde te haya dispersado! Deuteronomio
30:1-3
Nuestro Padre usara, cualquier situación, para ello. debemos
dejarlo actuar. Dejarlo actuar significa tener FE de que lo que sucede o no
sucede, es por nuestro bien, y el bien del otro. Tener la plena confianza que
su plan es perfecto, que sus pensamientos son más elevados que los nuestros. Debemos
seguir el camino sin mirar donde la otra persona, o situación están, pues si lo
hacemos, esto puede llegar a decepcionarnos, e incluso desviarnos. Recuerda el
diablo actúa de manera sutil, y tratando de imitar la obra de Dios.
Hoy les doy a elegir entre la bendición y la maldición:
Si obedecemos traerá bendición, si no, traerá maldición. Pero esto no significa
que Dios Padre nos salga al encuentro, planee nuestro regreso a él, permita
situaciones que nos lleven al desierto para hablarnos de su amor.
Dios soplara, enviará, empujara, mandara un avión, un viento...lo que crea conveniente para que junto caminen a la par en bendición bajo su voluntad.Amen
Saludos y Oraciones
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