HEBREOS
13, 5… Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque
El mismo ha dicho: Nunca te dejaré ni te desampararé.
Cuando se
habla del carácter, se habla de las cualidades morales que traemos dentro de
nosotros. Una de las acepciones de la palabra carácter es confiabilidad, esto
nos indica que cuando estamos en la presencia de Dios, nuestro carácter es lo
que va a determinar cuan confiables somos para que El nos encomiende una obra.
El carácter no limita los dones, ni la unción, ni el poder de hacer milagros,
pero si limita el tiempo de ministerio.
La Palabra
de Dios nos muestra a muchos siervos que tenían dones de Dios, a quienes se les
había concedido el hacer milagros creativos por medio de su mano, los cuales no
se han vuelto a repetir, pero que su tiempo de ministerio fue reducido a causa
de que tenían ciertas grietas en su carácter, cierta debilidad que no pudieron
enderezar.
El hecho de
que Dios nos haya regalado un ministerio, o ciertos dones, o una unción especial,
no quiere decir que no debamos rendir nuestro carácter a El. Nosotros debemos procurar llegar a tener el
carácter de Cristo y no descansar hasta lograrlo.
Muchos
personajes de la Biblia han hecho grandes milagros y tuvieron dones
excepcionales pero no pudieron dominar su carácter y por eso fue acortado su
tiempo ministerial. Estos siervos de Dios, no tuvieron momentum, es decir, ese
ingrediente esencial para eternizar su ministerio, o avivamiento; ellos no
pudieron rendir del todo su carácter y eso fue lo que echó a perder el
ministerio o liderazgo.
Porque la
gente no va a seguir a alguien que tenga demasiadas grietas en su carácter. Por
ejemplo, no podían seguir a un Moisés cobarde, porque si hubiera mostrado
cobardía frente a un mar inmenso por el cual tenían que pasar, era imposible
que lo siguieran si lo hubieran visto temeroso o acobardado.
Veamos
algunas grietas que frecuentemente se ven en nuestro carácter.
ELIAS...1
Reyes 19,16… COMSAGRARAS a Jehú, hijo de
Nimsi, como rey de Israel, y comsagraras a Eliseo, hijo de Safat, de
Abel-Mejola, como profeta en vez de ti…
Una de las
grietas más comunes que podemos encontrar en algunos líderes es que no
reaccionan bien ante un fracaso, ante la apretura o sea (opresión) de otra
persona.
La prueba va
a medir nuestra estructura, nuestro fundamento, en lo que nosotros creemos.
Cuando viene el fuego de la prueba lo que Dios quiere ver es que tan firme
estamos. La historia nos cuenta que
Elías mata a los profetas de Baal y le mandan a decir que al día siguiente, a
esa hora, él pagaría por lo que hizo. Es
ahí cuando se manifiesta una grieta en el carácter de Elías, que ante un
fracaso o ante una amenaza se retrae, se encueva, como que perdiera toda su
fuerza y su fe y aun las promesas del Señor se desvanecieran y entonces aflora
su cobardía espiritual.
Hoy en día a
muchos ministros o lideres le sucede lo mismo, todo está bien cuando al
levantar sus manos la misma presencia de Dios se manifiesta y suceden cosas
extraordinarias, pero si Dios no contesta en el momento preciso o simplemente
las cosas no salen como se habían planificado entonces enseguida se
piensa:”esto no es de Dios”.
Hay ciertos
niveles en que Dios va a probar nuestro carácter y va a probar si nosotros
somos definidos y firmes. Cuando uno es
niño todo se le permite, pero cuando uno es maduro tiene que aprender a
defender lo que cree Efesios 4, 14…
Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a
dondequiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar, emplean con astucia las artimañas del error;.
Elías fue un hombre que vio la gloria de Dios,
que había visto y hecho milagros por su misma mano, pero ante una amenaza
evidenció su cobardía espiritual. Y en ese momento el declara que no es mejor
que sus padres y ahí se manifiesta su cojera de carácter desde niño. Elías era un siervo semejante a cualquier
hombre pero no había mencionado nunca antes su origen ni a sus padres hasta en
el momento de su cobardía.
Porque en el
momento en que nosotros somos probados, el enemigo trata de abrir la grieta de
nuestro carácter y entonces comenzamos a justificarnos, como en este caso,
atribuyéndolo a una herencia paterna.
Sin embargo esto solo refleja nuestra inestabilidad tanto emocional como
espiritual. Elías tenia cobardía
espiritual y temor al fracaso; habiendo tenido tantas victorias en Dios, no
supo perfeccionar su carácter con respecto a la firmeza frente a los
fracasos. Nosotros podemos sacar de los
fracasos, grandes enseñanzas y estar seguros
que si Dios los permite son para que se manifiesten algunas grietas en
nuestro carácter porque Dios no ha perdido ninguna batalla, sino que somos
nosotros los que las perdemos por causa de que no confiamos absolutamente en
El.
El apóstol Pablo nos declara en su epístola a los
Gálatas:
GALATAS
4, 19… Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo
sea formado en vosotros,…
Esto quiere
decir que estamos en un proceso en el cual nosotros debemos ir rindiendo
nuestro carácter; no podemos pretender que de la noche a la mañana una unción
poderosa de Dios descienda sobre nosotros y lime y pula todas las falencias y grietas
que tenemos en nuestro carácter. Estamos
en medio de un proceso de rendición de todas las áreas de nuestra vida, y el
carácter forma una parte fundamental en este desarrollo como cristianos, que no
debemos dejar de lado.
ELISEO..2
REYES 2, 23-24… Después subió de allí a Betel; y mientras subía por el camino,
unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, y le decían: ¡Sube,
calvo; sube, calvo! …Cuando él miró hacia atrás y los vio, los maldijo en el nombre del
Señor. Entonces salieron dos osas del bosque y despedazaron de ellos a cuarenta
y dos muchachos.
Eliseo sabia
que su problema, la grieta de su carácter era el enojo. Los siervos, líderes o
ministros que tienen este problema de enojo, terminan su ministerio en soledad
porque nadie logra soportarlos en determinadas ocasiones cuando su grieta se
hace manifiesta y evidente. Eliseo hace evidente su carácter en esta situación,
es tal la cólera en la que se ve envuelto que no duda en maldecir a los jóvenes
y dejarlos que caigan en manos de osos voraces que los despedazarían. A lo largo de su vida vemos como no logró
tener siervos amorosos a su lado, sino solo criados como Giesi que terminó
leproso, y esto fue porque nunca enderezó su grieta de enojo, de ira. Por más siervos de Dios que nosotros seamos,
nuestro carácter tiene que ser enderezado.
Tenemos que tener el reflejo del carácter de Cristo. No puede ser que un
hombre lleno de Dios y de su Espíritu se vaya a gozar viendo cómo jóvenes son
despedazados delante de sus ojos, solo por haber recibido una ofensa, una burla
de parte de ellos.
La crisis no
es la que hace al carácter del líder sino la que lo revela. En el momento de la
presión, lo que se manifiesta es lo que tenemos dentro de nosotros.
SAUL...1
SAMUEL 15, 30… Y Saúl dijo: He pecado, pero te ruego que me honres ahora
delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel y que regreses conmigo
para que yo adore al Señor tu Dios.
La grieta
que se manifiesta en este caso en la vida de Saúl es la inseguridad y sobre
todo, la poca aceptación de si mismo que tenia.
Hay gente que ha sido tratada desde su niñez con menosprecio, como en el
caso de Saúl, cuando la gente lo recordaba solo como el pastor de asnas.
1
Samuel 9, 3… Un día, a Quis se le perdieron sus asnas. Entonces le dijo a su
hijo Saúl: --Prepárate y ve a buscar las asnas. Llévate a uno de los criados... Nosotros como siervos, no podemos darnos el
lujo de estar liderando gente si tenemos una grieta tan grande como la de Saúl,
si hay inseguridad en nuestro carácter, porque tarde o temprano el pueblo va a
presionar para que hagamos cosas que nosotros sabemos que no vienen de parte de
Dios, pero si somos inseguros vamos a dudar y hasta podemos caer en la
complacencia de un pueblo insensato.
La falta de
carácter y su complejo, hizo que cuando Samuel le informa que ya esta
destituido, el solo pide que lo siga honrando
delante de todo el pueblo, porque
le importaba mas la opinión de la gente que lo que Dios mismo pensaba de
él. Solo demostró que por dentro seguía
siendo el niño menospreciado, acomplejado e inseguro, aunque en su exterior portaba vestiduras de rey.
Otra prueba
de esto es que a pesar de que Saúl amaba a David, cuando escuchó el canto de
las mujeres Saúl se molesto y sintió celos:
1 Samuel 18, 7… Y mientras cantaban y bailaban, las mujeres
repetían: “Mil hombres mató Saúl, y diez mil mató David.”…vs. 18…Esto le
molestó mucho a Saúl, y muy enojado dijo: --A David le atribuyen la muerte de
diez mil hombres, y a mí únicamente la de mil. ¡Ya solo falta que lo hagan
rey!...
Esta
reacción de Saúl solo evidenció una vez más su inseguridad. No es posible que
el rey, la máxima autoridad de la nación sintiera celos de un muchachito y
además de alguien que él realmente amaba con todo su corazón; y no solo eso,
sino que dice la Palabra que desde ese momento odio a David, quiere decir que
no era definido tampoco en sus sentimientos, y
todas las voces que él oía afectaban su comportamiento, porque no tenia
un carácter definido. Y eso puede afectar a un pueblo por completo, un rey con un
espíritu najar, un espíritu de niño,
puede ser la catástrofe de un pueblo. Por eso es importante que
escudriñemos y veamos cual es la cojera, la grieta de nuestro carácter para
entregarla al Señor y que El pueda hacer su obra completa en nuestra vida.
Solamente si
estamos definidos en nuestro carácter, vamos a ser trasladados a otros niveles
espirituales.
ESTER...Ester
1, 12… Pero la reina Vasti se negó a
cumplir la orden que el rey le había dado por medio de sus hombres de
confianza. Entonces el rey se enojó mucho…
Aquí nos
encontramos con otra persona que no estaba
definida en su carácter, la cual afectó a todo un reino. Cuando nosotros tenemos una posición de
liderazgo o de autoridad, entonces se nos va a demandar una mayor estabilidad
en nuestro carácter y no se nos es permitido un “berrinche” como el que tuvo la
reina Vasti, porque nuestra actitud afecta directamente al resto de la gente.
La actitud
que ella tomó afectó a todo un reino y la más perjudicada fue ella misma porque
eso causó que fuera sustituida. Una oveja puede permitirse comportarse como
quiera, mientras que un pastor, líder, anciano o cualquier otra persona con
mayor jerarquía debe cuidar su conducta, porque hay gente que viene detrás de
ella que puede ser terriblemente afectada y a nosotros se nos pedirá cuenta de
ello.
En el caso
de Vasti, ella era berrinchuda, aunque aparentemente tenia motivos para
enojarse ya que su esposo la había dejado 6 meses, pero olvidó que era una
persona pública y que los trapos sucios se lavan en casa; y ella rehúsa acceder
al llamado del rey, y él públicamente la mandó a llamar y ella públicamente se
negó a obedecer.
La reina,
frente a esa situación tenía dos caminos a seguir: el compromiso público o
dejarse llevar por su carácter, por su naturaleza. Y la reina Vasti antepuso su
carácter a su compromiso y su responsabilidad como esposa del rey. Y es
necesario que nosotros sepamos con quien nos estamos comprometiendo. La unción
de Dios no se va a ver limitada por nuestro carácter, pero el tiempo de nuestro
ministerio si se va a limitar si no reconocemos y rendimos al Señor las grietas
de nuestro carácter.
Nuestras
acciones no se pueden separar de nuestras intenciones ni del plan de Dios. No
basta con tener buenas intensiones, nuestra conducta debe ir de acuerdo a
ellas.
SANSON...Jueces
14, 3… Le respondieron su padre y su
madre: ¿No hay mujer entre las hijas de tus parientes o entre todo nuestro
pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Pero
Sansón dijo a su padre: Tómala para mí, porque ella me agrada…
Sansón era
una persona que tenia debilidad moral de carácter. Esta grieta en el carácter se trae desde
pequeños, viene en nuestra genética. Hay gente que erróneamente cree que si su
pecado no se manifiesta en el cuerpo o no es ejecutado por el cuerpo, entonces
consideran que no han pecado, cosa que está muy lejos de ser una realidad para
Dios. El Señor es muy específico al
hacernos saber que nuestras intenciones cuentan. Dice la Palabra que aquel que
mira a una mujer para codiciarla, ya cometió adulterio en su corazón: Mateo 5,
28… Pero yo os digo que todo el que mire
a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón…
No dice que
hace falta que se acueste con ella para pecar, sino que dice que reconozca que
en su debilidad de carácter desea algo más que una simple mirada porque lleva la intención de poseerla, y eso ya es
pecado. En el caso de Sansón, él tenía
una debilidad moral de carácter y tal vez era aumentada por sus buenos
atributos físicos y su manera innata de ser un conquistador. Este tipo de grieta en el carácter tal vez
puede llegar a ser permitido en alguien del pueblo, pero jamás en un líder
porque eso se va agravando hasta llegar a maquinar el pecado en su
corazón. Sansón pensó que el nacimiento
sobrenatural que había tenido, su llamamiento y su crianza como nazareo le
asegurarían que jamás seria destituido por Dios.
Pero vemos
que definitivamente él cumplió con el plan que Dios había trazado para su vida,
que era el matar filisteos, pero su ministerio fue cortado. Originalmente no
estaba en la mira de Dios el hecho de que Sansón los matara con su vida, pero
su debilidad moral de carácter hizo que Dios dispusiera otra cosa para su
vida. Sansón creyó que si Dios le daba
fuerza era porque no se desagradaba de lo que hacia, sin embargo ese no era el
pensamiento de Dios. No pudo prolongar
su tiempo de disfrutar de Dios. Hay
personas, al igual que Sansón que juegan con el pecado y cuando se presentan en
un pulpito a ministrar Dios se derrama con su presencia pero el Señor se
derrama por misericordia a SU pueblo y no porque tenga aceptación por el
carácter del líder.
Entonces
nosotros debemos enderezar nuestro carácter porque la santidad viene acompañada
de un ingrediente y una demanda muy especiales y es la integridad. La
integridad de un ministro no es que muestre su gloria en la iglesia y en su
casa sea un déspota con su familia, o un padre sin firmeza de carácter como
para corregir a sus hijos, etc. Todo
ministro que no sea integro pone en riesgo el tiempo de vida útil de su
ministerio.
GUEJAZI...2
Reyes 5, 24-27… Cuando Guejazi llegó a Ofel, lo recibio todo de sus manos y los
guardó en la casa, luego despidió a los hombres y ellos se fueron. Entonces él
entró y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿Dónde has estado,
Guejazi? Y él respondió: Tu siervo no ha ido a ninguna parte. Entonces él le
dijo: ¿No iba contigo mi corazón, cuando el hombre se volvió de su carro para
encontrarte? ¿Acaso es tiempo de aceptar dinero y de aceptar ropa, olivares,
viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas?. Por tanto, la lepra de Naamán se te
pegará a ti y a tus descendientes para siempre. Y él salió de su presencia
leproso, blanco como la nieve.
La grieta
que se evidencia en el carácter de Guejazi es la del dinero fácil. Esto es más
común entre la gente de lo que podemos suponer, no importa como conseguir
dinero, lo importante es que se consiga, cueste lo que cueste, no importando
cuales sean las consecuencias. Por temor
a su señor, es posible que Guejazi haya callado su debilidad y no haya sido
integro declarándole la grieta de su carácter.
Y este criado no estaba acostumbrado a ganar dinero de una manera tan
sencilla como lo hizo en esa oportunidad, sino que toda su vida había tenido
que trabajar duramente y tal vez por un salario mínimo. Posiblemente Guejazi hubiera llegado a ser
próspero, pero como no supo esperar en Dios y utilizó cosas malas para obtener
un fin de Dios, hasta la lepra de Naaman se le pegó, se quedó con la cosecha de
lo que había sembrado.
Lo mismo
sucedió con Jacob, Dios tenía pre establecido que él seria el primogénito, pero
Jacob no esperó en Dios y utilizó sus propias artimañas y el engaño para
conseguir lo deseado y tuvo cosecha de engaño, porque en su vejez él mismo es
engañado por sus propios hijos.
Hay grietas
en nuestro carácter que Dios no va a pasar por alto. El camino de la santidad
no es fácil, pero Dios dijo: sed dantos porque yo soy santo, es decir que se puede
lograrlo.
ABRAHAN...Genesis
12,13…Di, por favor, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya,
y para que yo viva gracias a ti...
La poca
definición en el carácter de Abrahan lo llevó a mentir. Esa actitud hace que uno pierda autoridad
ante la gente con la que se enfrenta.
Esa fue una cojera que se heredó en su hijo Isaac. La mentira se hereda.
El que ha sido un engañador va a ser engañado por su
hijo porque eso se hereda. Vemos también
que la exageración tiene el mismo nivel de paga que la mentira, porque son las
mismas grietas producidas por falta de integridad o por cobardía y temor a no
ser aceptados totalmente por los demás, entonces muchas veces nos vemos
“obligados” a exagerar o a mentir para así ganarnos el favor de los hombres.
Abrahan, al mentir, perdió su autoridad delante de su esposa y su hijo Isaac
tuvo el mismo problema. Eclesiastés 10,14…El necio multiplica las palabras,
pero nadie sabe lo que sucederá, ¿y quién le hará saber lo que ha de suceder
después de él?
Cuando
caemos en el pecado de exageración nos convertimos en necios porque
multiplicamos las palabras.
DEBORA
Y BARAC...Jueces 4, 8-9… Barac le respondió: —Si tú vas conmigo, yo iré. Pero
si no vas conmigo, no iré. Ella le dijo: — ¡Ciertamente iré contigo! Sólo que
no será tuya la gloria, por la manera en que te comportas; porque en manos de
una mujer entregará Yahvé a Sísera. Débora se levantó y fue con Barac a Cadés.
Aquí vemos a
dos personas con carácter completamente diferentes. El uno tenía las armas
físicas para ejecutar con éxito una batalla, y la otra solo tenia el carácter,
sin las armas físicas. Pero en esta
batalla valió más el carácter definido
de Débora que todos los atributos físicos y el armamento de Barac. Ella manda a
llamar a Barac y el tiene cobardía y la manifiesta, diciéndole que si ella no lo acompaña, él no puede hacer
nada. Barac era un niño que no se sentía
seguro si no iba su autoridad con él. Es
como aquellos que solo se comportan adecuadamente cuando su pastor o su líder
están cerca, pero luego, en su círculo de amistades muestran otra cara y otros
comportamientos, porque no tienen su carácter definido. Barac no estaba definido en su fe en Dios,
puso su confianza en una mujer que sí le creía a Dios y no en el Dios de esa
mujer.
Todos
nosotros traemos, desde nuestro nacimiento, diferentes grietas en nuestro
carácter las cuales tenemos que enderezar; hay algunas cojeras o grietas que
son producidas por la falta de padre y es por eso, al no tener una figura
paterna, les cuesta dirigirse a Dios y eso lo van arrastrando en su vida
durante mucho tiempo, hasta que rinden esa área al Señor y son
restaurados. Como vemos, nuestro
carácter afecta hasta nuestra vida devocional, nuestra sinceridad y nuestro
liderazgo, y limita nuestro tiempo de ministerio a un momento tan pequeño como
una visitación.
Sabemos que
una visitación y el llorar, no nos va a cambiar la vida a menos que esa
visitación se prolongue y nunca deje de pasar.
Muchos somos
especialistas en ver las grietas de otros, pero cerramos nuestros ojos para ver
las que tenemos dentro. Bueno es el que
ve las grietas de otros, pero valiente es el que se atreve a ver las
propias. Aquel que está transitando por el camino de la santidad sabe que se
tiene que enfrentar a él mismo porque no podemos estar delante del Señor si no
somos santos.
Debemos
hacer una diferencia entre carácter y reputación. El carácter es aquello que
nosotros ya traemos desde nuestra infancia,
pero la reputación es aquello que a nosotros nos preocupa, como vimos en
el caso de Saúl, que no le importaba que Yahvé lo hubiere desechado sino su
preocupación era que el pueblo lo siguiera honrando.
Nuestro
carácter debe ser:
1.
Permanente, no puedes ser como las olas del mar que vienen y van.
2. Tienes que tener responsabilidad, atributo
de un adulto, porque un niño jamás puede ser responsable.
3. Tienes que añadir valor a otras personas.
4. Tiene que construir un legado para el
futuro; es importante porque nosotros no buscamos héroes personales sino gente
que con su carácter y creyéndole a Dios, cambie generaciones. El hombre que logra cambiar una generación es
un hombre con carácter definido.
Salomón
dijo: Proverbios 22, 1 Más vale el buen nombre que las muchas riquezas; y el
ser apreciado, más que la plata y el oro.
Procuremos
terminar nuestro ministerio y no que éste sea cortado antes de tiempo por no
haber rendido nuestro carácter al Señor y así poder decir como Pablo: Hechos 20, 24... Sin embargo, no estimo que mi vida
sea de ningún valor ni preciosa para mí mismo, con tal que acabe mi carrera y
el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de
la gracia de Dios
Copilado por: María Sosa( Ministerios Mujer Levántate).
Con Amor
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