Wednesday, August 1, 2012

Enseñanza- Intercesión



Que entendemos por oración de intercesión es en realidad una oración de petición.


Somos nosotros diciéndole a Dios lo que nos gustara que él, hiciera, pero cuando estamos en intercesión somos conducidos y guiados por el Espíritu Santo, hacia aquello por lo que debemos orar y a la manera como debemos orar. En cada una de esas situaciones, no fuimos nosotros las que iniciamos la oración, fue Dios, quien llamo nuestra atención y una vez que Él, señalo una situación, respondemos pidiendo a Dios que hiciera algo por eso. Si hubiéramos empleado nuestros sentidos naturales, erramos, no hay resultado ni respuesta. Pero si es el Espíritu Santo el guía y el autor de la oración, veremos vidas afectadas y cambiadas por la intercesión. Donde quiera que estemos necesitamos estar abiertos y disponibles para ser usados por el Espíritu Santo.


Para el intercesor es necesario recibir las enseñanzas (guía) del Señor todo los días (ejemplo, misa, lectura de la Palabra).


Somos nosotros los que tenemos necesidad del Señor. Porque, muchas personas que vienen a pedir oración dirán que necesitan oraciones por una cosa, pero en cambio, nosotros podemos sentir que necesita oración en otras áreas de su vida. Ejemplo-Tal vez sentimos su falta de esperanza o vemos y sentimos su soledad, el corazón conoce y tiene su propio lenguaje. Es un don intuitivo que el Espíritu Santo activa cuando nos enseña como orar. Lo mejor que tienen los intercesores es que su don principal consiste simplemente en pedir al Señor, que haga lo que él, ya ha revelado que quiere hacer. Dios respalda al intercesor.


Los intecesores tienen el don de conocimiento de la mente y del corazón de Dios, que llegan a adquirir por medio del trato con el Padre. El intercesor es instrumento de Dios. Hay intercesores que son capaces de leer un corazón, pero eso no quiere decir que tengan el don de leer los corazones Dios, en ese momento quiere que sepan lo que esta sucediendo dentro del corazón de esa persona. Ejemplo-Tal vez alguien este considerando suicidarse, entonces Dios, le va a indicar como orar para evitar que se suicide.


El intercesor confía en la disposición de su corazón, confía en sus sentimientos, sobre todo si estas lleno de amor hacia una persona o una situación, porque ese amor viene de Dios, y él lo esta poniendo en tu corazón. La compasión y el amor de Dios es lo que sana.


El Señor tiene la visión; tiene todo lo necesario para ayudar a cualquiera en cualquier lugar o situación. Los milagros son fáciles para Dios, porque él, nos ama tanto que su amor no tiene fin...El intercesor ama mucho, porque esta lleno de la presencia de Dios, que es amor y es por eso que queremos dar, queremos hacer algo por otros.


Los intercesores van de un nivel a otro y a otro, y el Señor viendo sus fidelidades, va confiando más y más. Dios nos llama a un ministerio en el que, tomando los pecados de otros junto con los propios, llevemos el peso de sus cargas por algún tiempo, para que ellos queden libres para recibir y aceptar las gracias de Dios. A este nivel de intercesión, puede parecer a veces que estamos haciendo doble trabajo: cargando con los pecados de otros, mientras estamos todavía tratando de eliminar los nuestros. Por eso el casco de la salvación es tan necesario debemos ''darnos cuenta'' que Dios, nos ama a cada uno personalmente con un amor muy pero muy profundo. Nuestras mentes deben estar libres de ideas negativas, de cólera, de rebeldía, de resentimiento y de todas esas emociones que tienden a alejarnos de Dios. Porque si no de una manera o otra, no tendremos fuerzas suficientes para luchar.


El ministerio de orar por otros tiene una etiqueta y esa etiqueta tiene un gran precio. Cada alma tiene un precio San Pablo dice: ''fueron comprados a un gran precio'',( 1 Corintios 6, 20). Cada sanación tiene un precio, y nosotros como intercesores, tenemos que ser como Jesús, y decirle ''Si'' para cargar, junto con él, el peso de esa carga de la otra persona. Tenemos que ser parte de la solución de nuestra propia intercesión. A menudo nuestro sufrimiento puede ser toda la solución para que se produzca la sanación en otros, otras veces solo una parte de la solución.


Cual es el precio? LAS TRANSFERENCIAS, esto se da cuando Dios, transfiere parte del peso de la carga de una persona que esta sufriendo a un intercesor que acepta llevar la carga por algún tiempo por medio de la oración de intercesión. Simón de Cirene hizo esto por Jesús, cuando le ayudo a llevar la cruz. a nosotros, también, se nos pide eso.


Cuando Jesús tomo sobre si mismo nuestros pecados, tuvo lugar una transferencia. Tomo nuestros pecados sobre si mismo, para que nosotros pudiéramos ser sanados y consiguiéramos la vida eterna. Jesús, continua hoy, Su oficio de intercesor, pero ahora por medio de nosotros y su Espíritu Santo, él nos equipa, para ayudar a su pueblo. Ahora somos nosotros los que estamos llamados a cargar con las cargas de otros.


Los intercesores oran para obtener beneficios para otros, al mismo tiempo están también luchando con sus propios pecados. No somos el Cordero Inmaculado como lo era Jesús, pero estamos tratando de serlo. Estamos en proceso para llegar a ser puros. El Señor, nos enseña como tenemos que proceder en cada caso, sanando las heridas de otros, nos llevara a un nivel cada vez mas elevado, sanando a la vez nuestras propias heridas.


Las transferencias por lo general afectan nuestras emociones. ¿Se han levantado algunas veces sintiéndose muy irritables, siendo así que desde el punto de vista natural, no tienen ningún motivo para sentirse así?


Solemos decir: Creo que hoy me levante con el pie izquierdo o por el lado izquierdo de la cama. Puede ser que Si, puede ser que No, puede ser que Dios, nos este usando como intercesores. Siempre que sintamos la posibilidad de que estemos en intercesión por algo o por alguien, primero debemos tratar el caso como si se tratase de nuestro propio pecado, tratemos esa carga, como si fuera nuestra propia pecado y actuemos contra el como si así fuese.


Si en realidad es nuestro pecado con eso saldremos ganando. Si el que cargamos es el pecado, de alguien ambos saldremos ganando. Siempre que tratamos de desarraigar el pecado, solamente podemos salir ganando. Cuando de hecho se nos imponga esta carga, esta emoción o este pecado, a menudo esta misma transferencia nos dirá como orar.


Si estas enojada y por el momento no ves la conexión de este enojo en tu vida, puedes estar segura que alguien esta enojado y necesita ser liberado de ese enojo. Cuanto más rápido reconozca la transferencia más rápido controlaras esa emoción y la llevaremos a Dios y oremos para conseguir que la gracia llegue al que la necesita, cuanto más rápido intercedamos más rápido será sanada esa persona (en muchas casos ni sabremos quien es la persona). Cualquier cosa que estemos experimentando, si no oramos para conseguir la gracia para otra persona, lucharemos con el enojo, puede convertirse en nuestro propio enojo. Siempre tenemos que reconocer que por alguna razón estamos viviendo en una cultura muy colérica, en el mundo entero hay cólera, no importa en que nivel social o ambiente vivas.


Los intercesores pueden sentir cólera en todos los ambientes donde viven o cualquiera que sea su circunstancia y será necesario toda la energía que tengan para aparecer amables cuando se sientan de esta manera, para no retroceder ante esa transferencia. Oren por quien quieran que sea la persona o las personas que viven con esa clase de cólera. Por que gracias a su intercesión ellos encontraran alivio.


Como lo sabrás una vez que la persona obtenga la gracia inmediatamente la sensación de cólera desaparecerá en usted. Se va tan pronto como vino. También como intercesores cargamos con nuestras propias emociones y a veces podemos también cargar con transferencias de las emociones de otras personas. Y todo sucede con tanta naturalidad que hay veces que no nos podemos notar la diferencia entre una emoción y una transferencia. Tal vez desde hoy nos debemos preguntar, ¿Es este mi propio sentimiento, o es de otro? y si no estamos seguro podemos pedir a un hna. En Cristo que ore por nosotras porque necesitamos saber, y Dios nos confirmara.


Es una gran ventaja para nosotras, saber si es esta una transferencia o es nuestro pecado personal. Nos ayuda mucho como intercesoras. Por eso es siempre bueno estar en contacto con alguien que entiende esta clase de ministerio. Necesitamos que alguien nos ayude a discernir. Cuando ya sepamos que estamos en transferencia, podemos orar así, ''Señor, dale la gracia para que salga de eso, Dásela al Señor''.


Un testimonio de ejemplo-Un día al final de la misa el sacerdote me dijo: Hna. Ore por mi, yo le conteste por supuesto Padre, al subir a mi auto y comencé  a orar por el: ayuda Dios mío, en cualquier cosa que necesite. El no me había dicho porque quería que orara. Yo conducía  por un área muy conocida, donde a diario pasaba, hubiese podido conducir con los ojos vendados pero me extravíe y termine dando vueltas en círculos. Todo esto me pareció muy extraño porque nunca me había pasado cosa semejante. Cuando de pronto me vino la luz: El sacerdote que me acaba de pedir oración esta en confusión, esta yendo en círculos ''Esa fue una transferencia: yo tuve su confusión, pero mientras yo iba en círculos, el pudo pensar claro, y hizo su discernimiento y tomo una buena decisión. Eso se llama ser victima de su propia intercesión. Pude tomar la confusión de ese sacerdote por un breve espacio de tiempo para que el pudiera obtener la luz y la dirección del Señor.


Las transferencias no solamente pueden ser emocionales, sino también físicas, te puede venir un dolor de cabeza sin ningún motivo. Un dolor de cabeza puede ser un símbolo de la corona de espinas que Jesús llevo para combatir el pecado de soberbia.


En ese caso podemos orar así: Señor, quienquiera que sea que esta batallando con la soberbia, dale humildad para que te diga Si, y se entregue totalmente a Ti
Cuanto más intercedamos mas gracias de Dios vendrán y sabemos que alguien a recibido las gracias para poder entregarse completamente a la voluntad del Padre.


Ejemplo-otra transferencia muy difícil es la depresión, porque siempre pensamos que es problema nuestro. ¿Nos preguntamos? ¿Soy fiel a la oración?¿me estoy alimentando bien? ¿Estoy descansando lo suficiente? es bueno que nos preguntemos porque es necesario verificar en nuestra misma persona. Y una ves que nos hemos preguntado podemos encontrar que todo anda bien, podemos llegar a la conclusión de que estamos sufriendo las síntomas de depresión de otra persona.


Aquí  en los Estados Unidos de América  se esta sintiendo una terrible depresión, desaliento y falta de esperanza en la atmosfera.


Los intercesores pueden sentir eso como una transferencia llevando la carga de otros y orando por ellos para que obtengan la gracia de salir de esa horrible esclavitud. Una cosa que tienen estas transferencias, de la que hay que cuidarse, es que siendo tan naturales pueden fácilmente pasar desapercibidas, que ni siquiera se de uno cuenta que son transferencias. Otro ejemplo de una transferencia, la fatiga, hay días que andamos arrastrando los pies. Otro transferencia es la fiebre Dios puede usar tu cuerpo sano para que otro reciba fortaleza.


Otro ejemplo transferencia y es la carga mas pesada sobre los hombros de un intercesor es la soberbia. La soberbia puede manifestarse en rebeldía, cólera, orgullo espiritual, y es parte de los sietes pecados capitales (soberbia, avaricia, envidia, cólera, lujuria, gula y pereza). A veces la soberbia puede ser muy sutil y cuando menos esperas estas dentro de ella. Por que cuando llevamos en nosotros el pecado de la soberbia en nuestro interior esta siempre quiere desquitarse y ser agresivo extremadamente y defensivo, exigente odioso. Esta es una carga muy difícil de llevar por otros, ya que también esta en gran parte dentro de nosotros mismos, en nuestras mentes, alma, espíritu y aun en nuestro cuerpo. Así pues, cuando llevemos la soberbia, como carga puede ser muy pesada. Santa Teresita experimentaba muchas transferencias. Ella decía que Dios la ponía en ese túnel oscuro para que otros tuvieran luz, por eso no tenia miedo.


Como intercesores nos hemos podido dar cuenta que tan difícil es para una persona tener el deseo de amar a Dios o a cualquier otra persona, cuando están viviendo en la oscuridad todo estas cargas los agobia por el peso del pecado. Es por eso que Dios los alivia de la pesada cargas y nos pide que llevemos nosotros la carga hasta que la gracia de la paz les llegue. No hay porque tener miedo el Espíritu Santo es nuestro guía.


Intercesores del Cordero

Madre Nadine Brown


Copilado por: María Sosa ( Ministerio Mujer Levántate)

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