¡Aleluya! ¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Que lo diga el pueblo de Dios: ¡es eterno su amor!
Que lo diga toda mi familia de: ¡es eterno su amor!
Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su
amor!
En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó
dándome un alivio.
El Señor está conmigo: no temeré: ¿qué podrán hacerlo
los hombres?
El Señor está conmigo y me ayuda: yo veré derrotados a
mis adversarios.
Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los
hombres; es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos.
Todos los paganos me rodearon, pero yo los derroté en
el nombre del Señor; me rodearon por todas partes, pero yo los derroté en el
nombre del Señor; me rodearon como avispas, ardían como fuego en las espinas,
pero yo los derroté en el nombre del Señor.
Me empujaron con violencia para derribarme, pero el
Señor vino en mi ayuda.
El Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi
salvación.
Un grito de alegría y de victoria resuena en las
carpas de los justos: «La mano del Señor hace proezas, la mano del Señor es
sublime, la mano del Señor hace proezas».
No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el
Señor, daré testimonio de Restauración matrimonial.
El Señor me castigó duramente, pero no me entregó a la
muerte.
«Abran las puertas de la justicia y entraré para dar
gracias al Señor».
«Esta es la puerta del Señor: sólo los justos entran
por ella»
Yo te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi
salvación.
Yo te doy gracias porque nos has restaurado.
Yo te doy gracias porque has cumplido tu promesa.
Yo te doy gracias por todo lo que has hecho en mi vida.
Yo te doy gracias por mi familia.
Yo te doy gracias por la salud, el amor y la prosperidad de mi familia.
Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a
nuestros ojos. Nada se le puede comparar.
Este es el día que hizo el Señor: alegrémonos y
regocijémonos en él.
Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros
los bendecimos desde la Casa del Señor:
el Señor es Dios, y él nos ilumina. «Ordenen una
procesión con ramas frondosas hasta los ángulos del altar».
Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias; Dios mío, Señor mio, yo te
glorifico.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es
eterno su amor!
Amen Amen Amen
M.S (Ministerio Mujer Tu
fe te ha Sanado)
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