Para mi vale más la enseñanza de tus labios, que miles de
monedas de oro y de plata. Tú mismo me hiciste y me formaste; ¡dame
inteligencia para aprender tus mandamientos! Los que te honran se alegrará al
verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. (Salmo 119, 72 - 74).
Usted me comparte: me asombre un día que usted dijo que
lo que está destruyendo nuestra familia es analfabetismo dentro de las familias
cristianas de no conocer las Escrituras.
Definición: Analfabetismo- Falta de instrucción elemental en
un país: Desconocimiento de la lectura y de la escritura: Falta de cultura. Su
analfabetismo le impide participar en ciertas conversaciones. Ignorancia. (Oseas
4, 6).
El analfabetismo de los cristianos de no conocer las Escrituras
es una gran amenaza, no sólo para la sociedad y el hogar, sino también para la
Iglesia. Cristo es la cabeza de la Iglesia. (Efesios 5, 24). En muchos hogares
las conversaciones giran alrededor de deportes, de política etc. Y hay
conocimiento de estos temas sociales amplios.
¿Cuándo un país es manejado por corrupción por donde entra
primera la cultura de muerte? Por las personas que son analfabetas, ignoran la
verdad y las engañan fácilmente con doctrinas falsas, los mantienen ciegos y
los hacen idólatras de corruptos. Ese es un tipo de analfabetismo común y
muchas veces no tiene nada que ver con leer y escribir.
Recuerdo una persona una vez que me pidió que si podía darle
una enseñanza sobre la fe. Y me encontré con ella, en una tienda de venta de
libros y música tipo café shop. Ella compró alrededor de cinco novelas famosas aquí
(EUA). Me dijo que vivía leyendo esas novelas, las coleccionaba. Sin embargo,
me repitió en varias ocasiones que no le gustaba leer su Biblia.
Las personas que
encuentran aburridas la lectura de la Biblia. Y no reconocen por falta de
conocimiento que es la palabra de Dios. Que es un manual de enseñanza para
nuestra vida cotidiana y la de nuestra familia. Si deseas conocer a Dios y su
amor tienes que aprender a leer la palabra de Dios, empaparte de la vida de
Cristo y todas las maravillas que hizo.
¡El que lo ama guarda la palabra de Dios y aquel que no
guarda la palabra de Dios no le ama! Entonces amar a Dios, no significa que
sienta algo bonito sentado en la banca de la Iglesia cada domingo en Misa. Más
bien lo que significa es que trato de hacer lo que complace a Dios, lo que hace
feliz a Dios, y eso es, un diario vivir. (1 Juan 4, 19-21) -(1 Juan 3, 22-24).
Cuanto más amo a una persona más quieres conocer de ella.
¿Cómo puedes conocer a una persona si no conoces nada de ella? Cuando dejas de
conocerla, el amor disminuye. Cuanto más estudiamos escudriñamos la Escritura
más nos vamos enamorando y empezamos a vivir una vida más de acuerdo con el que
amamos, a nuestro Señor. Jesús es Verbo, Palabra, Logos de Dios. (Juan 1, 1 -
18).
Desafortunadamente vivimos en un tiempo donde la palabra
amor ha terminado significando sólo un sentimiento. Se confunde la palabra amor
con que me cae bien o me gusta. Sin embargo, de acuerdo con la palabra de Dios
el amor está estrechamente conectado como hacer lo que Dios quiere, que
hagamos, su voluntad cumplir sus mandamientos. (Juan 14, 15 y 21-24).
A través de Jesús, Dios nos revela su amor. ¿Cómo? creyendo
en Él. Juan resalta fuertemente el valor de creer en Jesucristo. Creer es la
respuesta del hombre con la mente, con el corazón, con toda el alma (con todo
tu ser), a la acción salvadora de Dios por medio de Jesucristo. Cuando cree, el
ser humano recibe la vida eterna. Juan explica claramente entre Jesucristo, el
Hijo único de Dios, y aquellos que llegamos a ser hijos de Dios por creer en
Jesucristo.
¿Qué mandamiento es el primero de todos? Jesús le contestó:
El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es un único
Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu inteligencia y con todas tus fuerzas. (Marcos 12, 28 - 33).
¡El que lo ama guarda la palabra de Dios y aquel que no
guarda la palabra de Dios no le ama! Entonces amar a Dios, no significa que me
sienta bonito sentado en la banca de la iglesia, más bien lo que significa es
que trato de hacer lo que complace a Dios, lo que hace feliz a Dios, y eso es
un diario vivir. (1 Juan 4, 19-21) -(1 Juan 3, 22-24).
Jesús vino para hacernos hijos de Dios, afirmación que a
veces es difícil de entender, ya que todos los hombres eran amados y disponían
de su luz. Sin embargo, es maravilloso cuando alguien ha reconocido en la
persona de Jesús al Hijo de Dios. Se inicia entonces una nueva relación con
Dios y aun cuando a veces nos parezca que los cristianos no son muy diferentes
de los demás, para Dios sin embargo hay una diferencia enorme, sin la cual la
creación perdería el sentido. En Jesús se encuentra la plenitud de Dios.
Él es don de amor y verdad. El amor o favor gracia, y la
fidelidad o verdad son dos cualidades esenciales de Dios. (Éxodo 34,6-8)
(Salmo 89, 2> 25> 34). ¡Pero la fe significa ser
fiel! Y la fiel cuida de complacer aquel al cual le es fiel, se ocupa de hacer
Su voluntad, de cumplir sus mandamientos. (1 Tesalonicenses 5, 21-24).
Cuando Jesús se les aparece a los apóstoles podemos ver lo
que él les explica. Y después de esta explicación entonces se les abrió la
mente para que entendieran las Escrituras. (Lucas 24, 45).
Es tiempo que el cristino despierte y salga de su
alfabetismo de las Escrituras y conozca a su Dios, y su maravilloso amor. Su
Nombre nos asegura la victoria, él es un Dios tierno y compasivo.
Oración: Señor, te agradecemos por haber enviado a tu Hijo a
morir por nosotros y sellar nuestros corazones con tu bendito Espíritu Santo.
Enséñanos a caminar, estudiar, y a predicar en el poder de tu Espíritu Santo.
Que nuestras palabras sean valientes, claras, y que exalten a Cristo. Por
favor, haz tu obra de convencer, santificar y facultar a tu pueblo a través de
la predicación de tu Palabra. Permite que tu Palabra caiga en buena tierra y
que tu Espíritu produzca nueva vida en los corazones de personas que no te
conocen aún. Que todos podamos recibir tu Palabra con corazones gozosos,
agradecidos y bendecir tu Santo Nombre. Amarte Solamente a ti Señor, y disfrutar
de tu Palabra y vivir siempre de acuerdo con ella con libertad y amor. Amén
Ma. Sosa (Ministerio Mujer Levántate).
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