Pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en
todos tus caminos. (Salmo 91, 11).
Respondiendo: ¿Existe la envidia espiritual? Si, existe...
La envidia espiritual existe a todo nivel espiritual. Lo que
usted le está pasando le puede pasar a cualquier líder. Hay líderes que no
tienen discernimiento para corregir y los métodos que usan son incorrectos, son
más del mundo, que de Dios. Y por lo que puedo captar en su mensaje eso fue lo
que pasa. Pero, eso no debe ser motivo para sentirse que Dios la abandonó.
Usted también abrió puertas dejándose llevar por enojo, el enojo mal manejado
es pecado y falta de discernimiento.
Así, como también en el mundo de los negocios hay envidia a
todo nivel, también lo hay en otras áreas de nuestra vida. Solo Fíjese en las
compañías, cuánto dinero gastan, en promover trabajar en atmósfera para no
tener accidente. ¿Por qué? Les cuesta miles de dólares un trabajador
accidentado. Sin embargo, cuando un líder de una comunidad es juzgado por la
envidia del diablo, nadie cuestiona y ni sacan cuenta cuantos miles de alma se
perdieron por ese accidente ocurrido.
Dios la conoce usted y él sabe que usted se levantará, que
ese ataque de envidia la hará mejor servidora, líder.
¿Por qué Dios no lo impidió?
Así como Dios no impidió que el primer hombre y mujer
pecarán. Así mismo hace muchas veces con nosotros. La gracia indescriptible de Cristo
nos ha dado bienes mejores, que los que nos quitó la envidia del demonio. Dios,
en efecto, permite que los males se hagan para sacar de ellos un mayor bien. De
ahí las palabras de Pablo donde abunda el pecado sobreabundó la gracia.
(Romanos 5, 20).
No fue Dios, quien hizo la muerte, ni se recrea en la
destrucción de sus hijos, fue por envidia del diablo que entró la muerte en el
mundo. El diablo y los otros demonios son ángeles caídos, ellos rechazaron
libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva.
Intenta asociar el hombre en su rebelión contra Dios, por eso lo lleva a la
envidia. El diablo es un envidioso y padre de toda mentira. (Isaías 14,
13-14)-Ezequiel 28, 11-19) -(Juan 8, 44).
El hombre, sin embargo, persuadido por el maligno, abusa de
su libertad desde el comienzo de la historia levantándose contra Dios. Él
intentando alcanzar su propio fin, endurece su corazón, y atropella el rebaño
de Dios.
¿Dónde está Dios cuando se le necesita?
Dios se preocupa por tus luchas la Palabra lo dice: Salmo
34, 18-19... En cuanto gritan, el Señor escucha, y la libra de todas sus
angustias. El Señor está cerca del corazón deshecho y salva a los de espíritu
abatido.
¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién
estará contra nosotros? Si ni siquiera perdonó a su propia Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos va a dar con él todo lo demás? ¿Quien
acusa a los elegidos de Dios? Dios mismo nos declara justos. ¿Quién nos
condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó y está a la
derecha de Dios intercediendo por nosotros?
¡Dios te ama y tiene un plan para tu vida! Porque tanto amó
Dios al mundo, que dio a su hijo único Jesucristo para que todo el que crea en
él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Juan 3,16). Jesús dijo, yo he
venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Lo que significa una
vida completa y llena de propósito. (Juan 10, 10)).
Pero la situación o el problema es este: somos pecadores y
estamos separado de Dios. El pecado nos separa de Dios. Tenemos que reconocer
que somos pecadores delante de Dios.
Todo hemos hecho daño a otra persona consciente o inconscientemente,
pensado mal de otros o dicho cosas malas, lo cual la Palabra llama pecado. La
Palabra dice, pues todos han pecado y están privado de la gloria de Dios. La
consecuencia o la paga del pecado, es muerte separación espiritual de Dios. (Romanos
3, 23) -(Romanos 6, 23).
La Buena Nueva …Es
¡Dios envió a su hijo a morir por tus pecados!
Jesús murió en nuestro lugar para que nosotros podamos vivir
con él eternamente, pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto en que
cuando todavía éramos pecadores Cristo murió por nosotros. Pero no terminó con
la muerte en la Cruz. ¡Resucitó y vive todavía! (Romanos 5, 8).
Cristo murió por nuestros pecados, fue resucitado, resucitó
al tercer día según las Escrituras, se apareció a Pedro, y luego a los doce
discípulos. Jesús es el único camino a Dios. Jesús dijo, Yo soy el camino, la
verdad y la vida. Jesús les contestó,
nadie llega al Padre sino por mí. (Juan 14, 6) -(Juan 20, 26 - 31)-(Lucas 24,
45-47).
Y no hay nada que podamos hacer para ganar la salvación,
somos salvos por la gracia de Dios cuando tenemos fe en su Hijo Jesucristo,
sólo tienes que reconocer que eres pecador, que Cristo murió por nuestros
pecados, y pedir, con una oración, su perdón. Orar es simplemente hablar con
Dios. Él te conoce y te ama. Lo más importante para Él es la actitud de tu
corazón, la honestidad. Acepta a Jesús como tu salvador, hay que reconocer a
Jesús como el Hijo de Dios. (Romanos 10, 8-13 y 17).
Por eso Pedro se atrevió a decirle al tullido, no tengo oro
ni plata, pero te doy lo que tengo: en el nombre del Mesías Jesús, el Nazareno.
(Hechos 3, 3-7).
Hoy te invito a recibir el perdón de Dios junto a Jesús
Señor Jesús, reconozco que soy pecadora. Te pido perdón y
ayúdame apartarme del pecado. Creo que moriste por mis pecados y resucitaste para
darme una nueva vida. Te entrego mi vida. Te invito a entrar a mi corazón y
hacer morada en mi vida. Confío en ti Jesús mi salvador y te pido que envíes la
Promesa del Padre a mi vida. Lléname del fuego del Espíritu Santo, que hoy baje
sobre mí la fuerza de un nuevo Pentecostés y sea derramado su amor en mí.
Jesús, quiero regresar a ese primer amor junto a ti. Amén
María Sosa (Ministerio Mujer Levántate).
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