¡Hola, hermana en Cristo!
Los descarriados entrarán en razón y los rebeldes se
dejarán instruir. (Isaías 29, 24).
Usted me pregunta: Me puede dar una explicación sobre el
milagro del vino nuevo, es lo que deseo para mi matrimonio.
Dios nos ama y educa.
El ser humano descubre a Dios entre lágrimas, y quedamos maravillados cuando
descubrimos sus milagros.
El primer milagro en la Boda de Caná de Jesús. (Juan
2,1-11).
Es sorprendente el primer milagro que hizo Jesús fue cambiar
el agua en vino. ¿Te has preguntado porque fue el primer milagro de Jesús
cambiar el agua en vino? Para mí hay un significado maravilloso en este milagro
de Jesús. Juan, quería que supieran que Jesús era un profeta prometido desde el
Antiguo Testamento. Cuando Moisés fue llamado por Yahvé su primer milagro
delante del Faraón fue cambiar toda el agua de Egipto en sangre. Sobre sus ríos,
sus canales, sus estanques, hasta en las vasijas, tanto de madera, como de piedra.
(Éxodo 7,19-21).
El primer milagro que hizo Moisés frente al faraón fue
cambiar el agua en sangre, por petición de Dios, para sacar a su pueblo de la esclavitud
que las tenían sometidas los egipcios, sus lágrimas empezaron a ser
recompensadas.
El primer milagro que hizo Jesús frente a los que él había
llamado y los que lo habían invitado, fue cambiar el agua en vino. Pero esta
vez es por petición de su Madre, que también había sido invitada a la boda. En
otras palabras, Jesús le estaba diciendo que aquí está pasando algo nuevo y
diferente. Dios iba hacer algo diferente. Su Madre le dijo a los que estaban
sirviendo: Hagan todo lo que él les diga. La forma que Jesús habla a su Madre
para mi forma de verlo es como si él le estuviera diciendo a ella: Madre, yo si
voy a hacer algo nuevo y diferente con cada invitado a esta boda.
El mensaje de María al hacer la petición a su Hijo fue: Aquí
está el Zumo exprimido de uva sin fermentar. Y ella inicia la misión de su Hijo
como salvador del mundo por medio de su Sangre. (Apocalipsis 19, 13-16).
Pudiéramos decir que Jesús dijo: Madre, yo si voy a hacer
algo nuevo y diferente con cada invitado a esta boda, voy a quitar de ellos
toda vergüenza porque se han quedado sin vino. Entre Hijo y Madre hubo una
comunicación hermosa.
El vino nuevo significaba en las bodas de canaa era un nuevo
nacimiento, para todos los invitados incluyendo a sus discípulos, esa es la
forma que lo miro y ayudó a la pareja a no ser avergonzada públicamente.
Palabra de Amos, en una de sus revelaciones: el jugo de uvas
correrá sobre los cerros, y habrá abundancia de mosto en todas las colinas.
(Amós 9,13). Definición de mosto: Zumo exprimido de uva sin fermentar.
Jesús, no desea que vivas una vida vacía como esas vasijas,
él quiere cambiar todo, purificar tu vida a través del mejor vino. El vino
embriagador del Espíritu Santo. (Hechos 2, 1-21) -(Romanos 5, 5).
Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el
vino nuevo hace que los recipientes revienten, y tanto el vino como los odres
se pierden. Por esa razón el vino nuevo en odres nuevos. Cuánto se les echa
vino nuevo a los odres, en la medida que el vino se fermenta, el odre se
expande, pero, al pasar el tiempo una vez que el proceso de fermentación
termina, el cuero del odre se endurece y pierde elasticidad. Entonces si pones
vino nuevo en ese odre que ya pasó por ese proceso cuando el vino empieza la
fermentación se rompe y el vino se echa a perder.
Lastimosamente, nosotros muchas veces, nos comportamos como
un odre viejo y queremos echar lo nuevo en lo viejo. En nuestra vida
espiritual, también muchas veces nos comportamos como odres viejos.
Especialmente si hay un matrimonio que está lastimado. Jesús usó las vasijas de
purificación para hacer el vino nuevo. Jesús es el que purifica y nos reviste
con un vestido nuevo (Colosenses 3, 9-17) -(1 Pedro 2, 21-25).
Jesús, puede hacer ese milagro dentro de su matrimonio,
cambiar su vida por medio de su Sangre, él puede purificar y limpiar a través
de su Sangre de todo pecado. El proceso para hacer vino en el tiempo de Jesús
era un proceso manual. Las uvas eran depositadas en un estanque. Las uvas deben
ser pisoteadas para hacer vivo. Cuando te sientas pisoteada bajo presión,
recuerda que estás en un poderoso momento de transformación confía en el
proceso de la uva y el vino. Era casi como si Jesús también quisiera decirnos
que así sería dejado su cuerpo en la Cruz por nuestro pecado. Las uvas pierden
toda su apariencia y solamente queda el jugo. (Isaías 52, 13-15) -(Isaías 53,
1-12).
Jesús es el agua viva, el que tenga sed y beba no volverá a
tener sed. Así le dijo Jesús a la
Samaritana. Hoy Jesús nos invita igual a un cambio de agua. Esta mujer dejó su
vasija a los pies de Jesús. A dejar nuestras vasijas o nuestro odre viejo (obra
de la carne), para purificar nuestro interior y darnos el mejor vino. (Juan 4,
13-15) -(Lucas 5,36-39) -(Gálatas 5,13-25).
El encuentro de Jesús con la samaritana fue un encuentro
maravilloso. La samaritana andaba sedienta de paz, de felicidad, de una nueva
vida, había buscado, pero no había encontrado. la sed de esa búsqueda y satisfacción
había perdido sus raíces, no sabía de dónde venía ni a dónde iba. En la vida
nos ocurre con frecuencia lo mismo, buscamos, pero ni sabemos qué buscamos,
sabemos que algo nos falta, que necesitamos algo y nada calma esa sed. Jesús
habla con ella con una atención afectuosa haciéndola protagonista de sus
enseñanzas de salvación. Ella fue inscrita en el libro de la vida por el mismo Jesús.
(Apocalipsis 3, 5).
Cuando seguimos a Cristo, si realmente queremos crecer,
madurar, y vivir en la frescura del Espíritu Santo, tenemos que estar
dispuestos a una forma diferente de vivir. Tenemos que estar dispuestos a una
nueva manera de ver la vida, de ver a la gente, a las circunstancias y
problemáticas a nuestro alrededor. Si realmente queremos que Dios derrame vino
nuevo, fresco, en nuestras vidas que sea de bendición, en humildad de corazón
tenemos que pedirle a Jesús que nos haga odres nuevos.
Hoy en vez de pedirle a Dios que cambie tus circunstancias,
que quite los problemas, que cambie la gente a tu alrededor, ¿qué tal si le
pides que te cambie a ti? Que te haga, como un odre nuevo, para que puedas
recibir, retener y vivir esa nueva vida que Jesucristo te ofrece, en este
momento nuevo de Dios. ¿Qué tal, si le pides a Dios que te dé una oportunidad y
que todo lo viejo queda atrás? Que este sea el día de humildad donde confieses
tu pecado delante de Dios, y le pidas al Señor que sane tu vida.
Tenemos que primero permitirle a Jesús que haga algo nuevo
en nuestras vidas. Qué el poder del Espíritu Santo, que, si tu corazón se ha
turnado duro, se cumpla en ti la promesa de Dios dada a través del profeta
Ezequiel 11, 19...quien dijo: Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos
un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y
pondré en ellos un corazón de carne.
Si tu mente está sobrecargada de ideas que no agradan a
Dios, le pides al Señor que haga algo nuevo en ti, que renueve tus pensamientos
para que puedas conocer el propósito de Dios para tu vida, y para la de tu familia.
(Romanos 12, 2). El Señor tiene un vino nuevo preparado para ti. Aleluya
Ma. Sosa (Ministerio Mujer Levántate).
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