Saturday, August 22, 2020

"Vino nuevo"

 

¡Hola, hermana en Cristo!

Los descarriados entrarán en razón y los rebeldes se dejarán instruir. (Isaías 29, 24).

Usted me pregunta: Me puede dar una explicación sobre el milagro del vino nuevo, es lo que deseo para mi matrimonio.

 Dios nos ama y educa. El ser humano descubre a Dios entre lágrimas, y quedamos maravillados cuando descubrimos sus milagros.

El primer milagro en la Boda de Caná de Jesús. (Juan 2,1-11).

Es sorprendente el primer milagro que hizo Jesús fue cambiar el agua en vino. ¿Te has preguntado porque fue el primer milagro de Jesús cambiar el agua en vino? Para mí hay un significado maravilloso en este milagro de Jesús. Juan, quería que supieran que Jesús era un profeta prometido desde el Antiguo Testamento. Cuando Moisés fue llamado por Yahvé su primer milagro delante del Faraón fue cambiar toda el agua de Egipto en sangre. Sobre sus ríos, sus canales, sus estanques, hasta en las vasijas, tanto de madera, como de piedra. (Éxodo 7,19-21).

El primer milagro que hizo Moisés frente al faraón fue cambiar el agua en sangre, por petición de Dios, para sacar a su pueblo de la esclavitud que las tenían sometidas los egipcios, sus lágrimas empezaron a ser recompensadas.

El primer milagro que hizo Jesús frente a los que él había llamado y los que lo habían invitado, fue cambiar el agua en vino. Pero esta vez es por petición de su Madre, que también había sido invitada a la boda. En otras palabras, Jesús le estaba diciendo que aquí está pasando algo nuevo y diferente. Dios iba hacer algo diferente. Su Madre le dijo a los que estaban sirviendo: Hagan todo lo que él les diga. La forma que Jesús habla a su Madre para mi forma de verlo es como si él le estuviera diciendo a ella: Madre, yo si voy a hacer algo nuevo y diferente con cada invitado a esta boda.

El mensaje de María al hacer la petición a su Hijo fue: Aquí está el Zumo exprimido de uva sin fermentar. Y ella inicia la misión de su Hijo como salvador del mundo por medio de su Sangre. (Apocalipsis 19, 13-16).

Pudiéramos decir que Jesús dijo: Madre, yo si voy a hacer algo nuevo y diferente con cada invitado a esta boda, voy a quitar de ellos toda vergüenza porque se han quedado sin vino. Entre Hijo y Madre hubo una comunicación hermosa.

El vino nuevo significaba en las bodas de canaa era un nuevo nacimiento, para todos los invitados incluyendo a sus discípulos, esa es la forma que lo miro y ayudó a la pareja a no ser avergonzada públicamente.

Palabra de Amos, en una de sus revelaciones: el jugo de uvas correrá sobre los cerros, y habrá abundancia de mosto en todas las colinas. (Amós 9,13). Definición de mosto: Zumo exprimido de uva sin fermentar.

Jesús, no desea que vivas una vida vacía como esas vasijas, él quiere cambiar todo, purificar tu vida a través del mejor vino. El vino embriagador del Espíritu Santo. (Hechos 2, 1-21) -(Romanos 5, 5).

 El vino nuevo que dio Jesús fue el vino de bendición para ese matrimonio y sus invitados. Jesús mismo era el mejor vino. Una vez al principio cuando empecé con el ministerio de restauración de matrimonios. Leyendo esta lectura el Señor me mostró que ese vino era añejado. El vino añejado es el mejor, es más, cuanto más viejo sea el vino mejor y el precio más alto. Y no se puede echar en odres viejos porque se revienta. (Lucas 5, 37-39) -(Marcos 2, 22) -(Mateo 9, 17).

Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que los recipientes revienten, y tanto el vino como los odres se pierden. Por esa razón el vino nuevo en odres nuevos. Cuánto se les echa vino nuevo a los odres, en la medida que el vino se fermenta, el odre se expande, pero, al pasar el tiempo una vez que el proceso de fermentación termina, el cuero del odre se endurece y pierde elasticidad. Entonces si pones vino nuevo en ese odre que ya pasó por ese proceso cuando el vino empieza la fermentación se rompe y el vino se echa a perder.

Lastimosamente, nosotros muchas veces, nos comportamos como un odre viejo y queremos echar lo nuevo en lo viejo. En nuestra vida espiritual, también muchas veces nos comportamos como odres viejos. Especialmente si hay un matrimonio que está lastimado. Jesús usó las vasijas de purificación para hacer el vino nuevo. Jesús es el que purifica y nos reviste con un vestido nuevo (Colosenses 3, 9-17) -(1 Pedro 2, 21-25).

Jesús, puede hacer ese milagro dentro de su matrimonio, cambiar su vida por medio de su Sangre, él puede purificar y limpiar a través de su Sangre de todo pecado. El proceso para hacer vino en el tiempo de Jesús era un proceso manual. Las uvas eran depositadas en un estanque. Las uvas deben ser pisoteadas para hacer vivo. Cuando te sientas pisoteada bajo presión, recuerda que estás en un poderoso momento de transformación confía en el proceso de la uva y el vino. Era casi como si Jesús también quisiera decirnos que así sería dejado su cuerpo en la Cruz por nuestro pecado. Las uvas pierden toda su apariencia y solamente queda el jugo. (Isaías 52, 13-15) -(Isaías 53, 1-12).

Jesús es el agua viva, el que tenga sed y beba no volverá a tener sed.  Así le dijo Jesús a la Samaritana. Hoy Jesús nos invita igual a un cambio de agua. Esta mujer dejó su vasija a los pies de Jesús. A dejar nuestras vasijas o nuestro odre viejo (obra de la carne), para purificar nuestro interior y darnos el mejor vino. (Juan 4, 13-15) -(Lucas 5,36-39) -(Gálatas 5,13-25).

El encuentro de Jesús con la samaritana fue un encuentro maravilloso. La samaritana andaba sedienta de paz, de felicidad, de una nueva vida, había buscado, pero no había encontrado. la sed de esa búsqueda y satisfacción había perdido sus raíces, no sabía de dónde venía ni a dónde iba. En la vida nos ocurre con frecuencia lo mismo, buscamos, pero ni sabemos qué buscamos, sabemos que algo nos falta, que necesitamos algo y nada calma esa sed. Jesús habla con ella con una atención afectuosa haciéndola protagonista de sus enseñanzas de salvación. Ella fue inscrita en el libro de la vida por el mismo Jesús. (Apocalipsis 3, 5).

Cuando seguimos a Cristo, si realmente queremos crecer, madurar, y vivir en la frescura del Espíritu Santo, tenemos que estar dispuestos a una forma diferente de vivir. Tenemos que estar dispuestos a una nueva manera de ver la vida, de ver a la gente, a las circunstancias y problemáticas a nuestro alrededor. Si realmente queremos que Dios derrame vino nuevo, fresco, en nuestras vidas que sea de bendición, en humildad de corazón tenemos que pedirle a Jesús que nos haga odres nuevos.

 Hay que vaciarse como esos recipientes. Sólo Jesús puede hacerlo. La Iglesia no puede, El pastor(sacerdote) no puede, tú no puedes. Sólo Jesús, por medio del Espíritu Santo, lo puede hacer. Por eso el mismo Jesús dijo. Yo soy el camino la verdad y la vida nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14,6).

Hoy en vez de pedirle a Dios que cambie tus circunstancias, que quite los problemas, que cambie la gente a tu alrededor, ¿qué tal si le pides que te cambie a ti? Que te haga, como un odre nuevo, para que puedas recibir, retener y vivir esa nueva vida que Jesucristo te ofrece, en este momento nuevo de Dios. ¿Qué tal, si le pides a Dios que te dé una oportunidad y que todo lo viejo queda atrás? Que este sea el día de humildad donde confieses tu pecado delante de Dios, y le pidas al Señor que sane tu vida.

Tenemos que primero permitirle a Jesús que haga algo nuevo en nuestras vidas. Qué el poder del Espíritu Santo, que, si tu corazón se ha turnado duro, se cumpla en ti la promesa de Dios dada a través del profeta Ezequiel 11, 19...quien dijo: Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne.

Si tu mente está sobrecargada de ideas que no agradan a Dios, le pides al Señor que haga algo nuevo en ti, que renueve tus pensamientos para que puedas conocer el propósito de Dios para tu vida, y para la de tu familia. (Romanos 12, 2). El Señor tiene un vino nuevo preparado para ti. Aleluya

 

Ma. Sosa (Ministerio Mujer Levántate).

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