Monday, August 24, 2020

Dime qué pequeño es tu corazón y te diré qué grande es tu boca

 ¡Hola, hermana en Cristo!

Señor, ponle a mi boca un guardián; vigilante cuando yo abra los labios. (Salmo 141, 3).

Usted me comparte: Siempre abro mi boca y caigo en la trampa, una y otra vez. Quisiera que Dios pusiera un tapaboca como me hacía papá. Ayúdame por favor, no logró controlar mi lengua.

 

Por lo que percibo en su mensaje, no es que usted no sepa frenar su boca. Lo que puedo percibir que el juego de niña con su papá, se hizo una fortaleza en su vida. Él ponía su mano en la boca y no la dejaba hablar, eso puede haber causado un trauma en usted y es por eso que ahora no sabe expresar, sus emociones. ¿Por qué? usted me cuenta que llegó odiar sentarse en la mesa donde su papá pudiera estirar su mano y taparle su boca, y no la dejaba hablar, hasta algunas veces él comía con una mano y usted se le enfriaba la comida y se burlaba al final que le ganó. Y percibo que es una fortaleza porque se repite este patrón, con su esposo y sus hijos. Todo el mundo la manda a callar, usted siente que no tiene opinión. Entonces su problema no está en guardar silencio, es cambiar su corazón.

La lengua es como un lápiz de escribir. (Salmo 45,2)

Jesús dijo, de la abundancia del corazón habla la boca. (Lucas 6, 45). El corazón que crítica, produce una lengua que critica, el corazón que se cree justo por sí mismo produce una lengua que juzga. El corazón amargado, produce una lengua venenosa. Y el corazón desagradecido, produce una lengua quejosa.

¿Dime qué pequeño es tu corazón y te diré qué grande es tu boca?

Pero el corazón que ama produce una lengua llena de gracia. El corazón fiel, produce una lengua sincera, el corazón apacible, produce una lengua reconciliadora, el corazón que confía produce una lengua llena de ánimo.

El que tiene cuidado de lo que dice, nunca se mete en aprietos. (Proverbios 21, 23).

Las palabras de muerte pueden venir a través del periódico, de la radio, de la televisión y de las redes sociales, manejan palabras de muerte cultura de muerte. Pero también puede venir a través de nuestros padres protectores.

Ellos representan nuestra autoridad aquí en la tierra, entonces su boca puede ser poderosa, pueden sembrar miedos, inseguridades y falta de prudencia. Sin ellos darse de cuenta maldicen a sus hijos imponiendo un juego que después termina en una fortaleza, porque el hijo sufrió maltrato a través de su boca. Ahora quiero que le quede claro, ningún padre hace esto a propósito todo esto son maquinaciones del maligno el padre de toda mentira. (Santiago 3, 1-10) -(Juan 8, 44).

La lengua puede llegar a ser un arma de destrucción masiva, instrumento que desencadena la guerra. La lengua también puede terminar: con matrimonios, familias, amistades, carreras, esperanzas, entendimiento, reputaciones, esfuerzos, misiones, comunidades, y gobiernos.

La lengua puede ser un árbol de vida. (Proverbios 15, 4).

Algunas personas también viven vidas fructíferas, por causa de cosas que se han dicho sobre ellas positivas. La lengua puede reconciliar pueblos y hacer la paz bienaventurados los que procuran la paz. (Mateo 5, 9).

 La lengua puede formar matrimonios hermosos, familias fuertes, y personas saludables, mental, física y espiritualmente. La lengua puede dar esperanza al desesperado, extender el entendimiento y difundir el Evangelio de la paz.

Dios nos invita a ser personas con una boca llena de vida. El Silencio es poner la mano sobre la boca. La libertad de expresión es abrir la boca. Igualmente recibir un mensaje. La humillación es poner la boca en el polvo. (Efesios 6, 19) -(Job 4, 2-4) -(Lamentaciones 3, 29).

Dios también diseñó la boca para el don de hablar por lo que está siempre debería estar en alabanza al Creador.

En la actualidad los siervos de Dios pueden tener sus palabras en la boca, no por inspiración divina, sino gracias a su palabra escrita inspirada, que nos equipa completamente para toda buena ocasión. (2 Timoteo 3, 16 17. En el caso del profeta Jeremías, lo hizo milagrosamente por inspiración. (Jeremías 1, 9). En armonía con su propósito y con su derecho y poder como Creador. Puede poner palabras apropiadas en la boca de sus siervos.

Dios nos hace responsable a cada persona de lo que sale de su boca. (Mateos 12, 36- 37).

Es especialmente importante vigilar la boca cuando se está ante alguien tramposo, porque una ligera desviación de la sabiduría de Dios puede caer en sus trampas. (1 Pedro 2, 21-23). Jesús dio un buen ejemplo de sumisión a la voluntad de Dios sin quejarse y no injuriar a sus opositores que les ponían trampas con juegos de palabras para hacerlo caer en trampas.

Por la naturaleza imperfecta, el cristiano debe ejercer una continua vigilancia de sí mismo, razón por la que debe guardar su corazón. Jesús dijo, que no es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de ella pues de la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12, 34) -(Mateo 15, 11).

De modo que debe ejercer su cuidado para que no salga nada de la boca sin antes haber reflexionado y haber pensado en las consecuencias para ello, es necesario que la mente induzca a la persona actual según el conocimiento que adquirido de la palabra de Dios. (Proverbios 13, 3) -(Proverbios 21, 23).

Por otra parte, es peligroso prestar atención a cualquier cosa que sale de la boca de una persona que se sabe que es injusta, y de corazón endurecido, puede causar a la ruina del oyente. (Proverbios 11, 11-12).

Hay una asignación obvia para callar tu voz cada vez que se levanta. Hay un espíritu de oposición en contra de su voz.

Oración:Hoy declaro que ninguna asignación que fue puesta sobre mi boca, mi voz, tiene influencia en vida en el nombre de Jesús! Señor, me arrepiento por haberles permitido intimidarme desde mi niñez, y mantenerse en cautiverio. Señor, perdóname y me arrepiento de corazón por mis palabras que han seguido abriendo la puerta a estas asignaciones que afectan mi vida.

Reconozco que no luchó contra carne, ni sangre, sino con un mundo de tinieblas, así que perdonó a todos los que con sus manos han tapado mi boca para callar mi voz y hablaron en mi contra. Te entrego cualquiera amargura que haya estado cargando en mi corazón, y elijo no cargarlas más. Ahora te pido un bálsamo de sanidad, que tú aceite de sanidad fluya sobre mí y elimina las llagas y el recuerdo de estas batallas. Hoy declaro que puedo hablar con libertad y que mi voz es liberadora, en el santo nombre de Jesucristo. Amén (Efesios 6, 10-12) -(Isaías 54, 17).

 

Ma. Sosa (Ministerio Mujer Levántate).

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